2017-10-02 13:18:00

Curar, educar, catequizar pero sobre todo amar: el Papa al Capítulo General de las Pequeñas Hermanas de Jesús


“Un Capítulo es la experiencia espiritual común de un regreso a la fuente de la llamada, personal y comunitaria”: lo recordó el Papa Francisco encontrando en la mañana de este lunes 2 de octubre, en la Sala del Consistorio, a las 53 participantes en el Capítulo General de las Pequeñas Hermanas de Jesús. Capítulo que el Papa definió también como “momento de gracia para todo instituto de vida consagrada”. En sus palabras, el Obispo de Roma recordó que a la raíz del Instituto, está la experiencia impetuosa de la ternura de Dios para con la fundadora, la Pequeña Hermana Magdalena de Jesús.

Misión principal: amar y estar con los más pequeños

A distancia de casi 80 años de la fundación del Instituto, más de miles Pequeñas Hermanas se encuentran esparcidas en el mundo, en situaciones humanas difíciles junto a los más pequeños y los más pobres, dijo el Papa, subrayando el objetivo:

“No están allí principalmente para curar, educar o catequizar – recalcó – sino para amar, para ‘estar’ con los más pequeños, como lo hacía Jesús”, anunciando el Evangelio “con una vida simple hecha de trabajo, presencia y acogida incondicionada. Es de vital importancia – agregó – regresar continuamente a esta experiencia originaria de la cercanía de Dios”.

Mujeres libres, unidas a lo esencial

A las más de 50 Pequeñas Hermanas, el Santo Padre indicó, sobre todo, que mantengan ferviente la vida espiritual, “porque es de este amor recibido de Dios, que desborda vuestro amor para los hermanos y hermanas”.

“¡No tengan miedo de seguir adelante, llevando en sus corazones al pequeño Niño Jesús, a todos los lugares en los cuales están los más pequeños de nuestro mundo!”, les dijo después el Papa, instándoles a permanecer mujeres libres de vínculos con obras y cosas, para amar a quienes encuentran. Y constatando las difíciles situaciones que tienen que vivir en el camino, les recordó que este sacrificio, este “amor”, las hace “mujeres libres unidas a lo esencial”.

El cuidado de la vida fraterna de las comunidades

Ultima indicación del Pontífice fue “cuidar de la vida fraterna en las comunidades”:

“Para encontrar el gusto de la vida comunitaria – les dijo – es necesario buscar siempre la sencillez, el afecto, las pequeñas atenciones, el servicio, la maravilla”. Es de esta fraternidad entre ustedes – aseguró – que nace el servicio de la autoridad”.

“¡Vuestros corazones no tienen barreras! Las alentó el Santo Padre. No pueden cambiar el mundo solas, pero lo pueden iluminar llevando la alegría del Evangelio a los barrios, en las calles, mezcladas entre la gente, siempre cerca de los más pequeños”.

(María Cecilia Mutual – RV)

 








All the contents on this site are copyrighted ©.