2017-09-29 17:41:00

Mons. Viganò reflexiona sobre el llamado del Papa a la importancia de la verdad en la información


(RV).-  «“La verdad os hará libres” (Jn 8, 32). Noticias falsas y periodismo de paz».  Sobre el tema que el Papa Francisco ha elegido para la 52 Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, nuestro colega Alessandro Gisotti entrevistó al prefecto de la Secretaría para las Comunicaciones, mons. Dario Edoardo Viganò:

Creo que las “fake news”, las noticias falsas, sean tan antiguas como el hombre. Pensemos simplemente en la pregunta o en la afirmación del mal, de la serpiente en el Jardín del Edén que dice: “Si comeréis este fruto seréis como Dios”. Esta es una “fake new”, porque ellos ¡ya habían sido creados a imagen y semejanza de Dios! O sea, las “fake news” son noticias verosímiles pero no verificadas, y es precisamente por esto que son peligrosas, porque no se manifiestan inmediatamente como algo lejano de la verdad; son elementos que cada vez más, sobre todo con el desarrollo de los medios digitales, se están difundiendo y se están difundiendo también en términos estratégicos, sobre todo en torno a temas de fuerte impacto emotivo o en vísperas de algunos eventos, como las elecciones políticas. O sea el hecho que el Papa nos ayude a reflexionar sobre el tema de las noticias falsas en referencia a la Verdad que nos hará libres, es un camino, un horizonte muy interesante porque, justamente, la libertad nace cuando uno adhiere a la verdad. Cuando uno no adhiere a la verdad, es siempre esclavo de algo: del editor, del dinero o de la propia ignorancia.

Las noticias falsas, las “fake news”, como se las llama ya en el lenguaje común, han existido  siempre. Es verdad que con Internet y los social media el fenómeno parece más amplificado, casi incontrolable, pero ¿cómo se puede hoy en día afrontar esta realidad?

En algunas investigaciones hay un dato interesante que muestra  que los social son importantes pero las informaciones que tienen que ver con los comportamientos personales y sociales no vienen adquiridos en los social, o mejor dicho respecto a las informaciones sobre los social  hay una distancia, sobre todo en el mundo juvenil, que nosotros pensamos estén inmersos y por tanto tengan un sentido acrítico, en cambio son aquellos que más intuitivamente entienden si nos encontramos ante una “fake new” o no. Debo decir también que no podemos contraponer el mundo social al mundo tradicional, por ejemplo al medio impreso, pensando que en el medio impreso se encuentren los profesionales y en el mundo de los social se encuentren en cambio los pregoneros improvisados, porque las “fake news” se hallan ya sea en el medio impreso que en el mundo del social. Es cierto, sobre el medio impreso hay quizás un poco más de control, y es un poco más difícil pero el riesgo no es menor. Precisamente en estos días en los que se realiza el Grand Prix Italia sobre este tema de las “fake news”, son evidentes algunos artículos que responden, justamente, a lógicas de tipo más bien ideológico, o simplemente de polarización de algunos temas para vender más copias. Digamos que no podemos contraponer los medios tradicionales a un medio digital. Es verdad, los medios digitales están siempre conectados,  hay velocidad…  Desde esta perspectiva, por ejemplo, en Alemania existe una ley anti “fake news”. Creo que bastaría proceder hacia una formalización de la figura del periodista en Red.

(RC-RV)

 








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