2017-06-22 15:33:00

El Papa a la Roaco: Sean Puentes entre Oriente y Occidente


(RV).- El Papa Francisco recibió en audiencia en la mañana del jueves 22 de junio a los participantes en la Asamblea de la Reunión de las Obras para la Ayuda de las Iglesias Orientales (ROACO) llegados a Roma con motivo de su 90 Sesión Plenaria.

Tras saludar y expresar palabras de agradecimiento a los presentes en la persona del Card. Sandri, Prefecto de la Congregación para las Iglesias Orientales, el pontífice renovó su gratitud por el trabajo que realiza la ROACO desde 1968 a las Iglesias, orientales y latinas, de los territorios confiados a la competencia de la Congregación para las Iglesias Orientales:

“Ustedes sostienen las actividades pastorales, educativas y de asistencia y salen al encuentro de sus necesidades urgentes” dijo, y saludó y bendijo además, en la persona del padre Custodio, a los Frailes Franciscanos que han comenzado a celebrar el octavo centenario de su presencia en Tierra Santa.

El pontífice recordó que también la Congregación para las Iglesias Orientales está celebrando su centenario, y tuvo palabras de reconocimiento por la labor realizada por dicha congregación en décadas en que las Iglesias orientales han sido “a menudo arrolladas por terribles oleadas de persecuciones y tribulaciones”.

Por otra parte, manifestó su alegría por la reflexión conjunta de las Iglesias sobre la importancia de la formación inicial de los seminaristas y aquella permanente de los sacerdotes: “Somos conscientes de la elección radical expresada por muchos de ellos y del heroísmo de su testimonio de entrega al lado de sus comunidades, a menudo sometidas a duras pruebas”, expresó, a la vez que puso en guardia de las tentaciones que pueden encontrarse, como la búsqueda de un estatus social o de un modo de ejercer el papel de guía, siguiendo criterios humanos de consolidación de la propia posición.

Tras señalar que el esfuerzo que la Congregación y las agencias deben seguir cumpliendo es aquel de sostener los proyectos e iniciativas que edifican con autenticidad el ser Iglesia, el pontífice puntualizó que todo debe ser realizado alimentando el estilo de la proximidad evangélica:

“Sintámonos piedras vivas unidas con Cristo, que es la piedra angular. Las Iglesias orientales custodian tantas veneradas memorias, iglesias, monasterios, lugares de santos y santas: hay que custodiarlos y conservarlos, también gracias a vuestra ayuda, favoreciendo así la peregrinación a las raíces de la fe. Pero cuando no se pueden reparar o mantener las estructuras, hay que seguir siendo templo vivo del Señor, recordando que la "arcilla" de nuestra vida creyente ha sido moldeada por las manos del “alfarero”, el Señor, que ha infundido en ella su Espíritu vivificador. Y no hay que olvidar que en Oriente, incluso en nuestros días, los cristianos – no importa que sean católicos, ortodoxos o protestantes - derraman su sangre como sello de su testimonio”.

En la conclusión el Santo Padre deseó que los fieles orientales, cuando estén obligados a emigrar, puedan ser acogidos en los lugares adonde llegan, y puedan seguir viviendo según las propias tradiciones eclesiales, de modo que la labor de los representantes de los organismos, sea puente entre Oriente y Occidente, tanto en los países de origen como en aquellos de los que provienen. 

(Griselda Mutual - Radio Vaticano)








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