2017-02-11 11:22:00

Radio Vaticano en español para Guinea Ecuatorial y África


Compartimos algunos momentos con el Papa Francisco

(RV).- En el día en que la Iglesia celebra la memoria litúrgica de la Virgen de Lourdes, resuenan las palabras del Papa Francisco – en su audiencia general (8 de febrero de 2017) – asegurando su cercanía espiritual a los peregrinos reunidos ante Gruta de Massabielle, que recuerda la aparición de la Inmaculada Concepción.

El Obispo de Roma destacó la celebración de la XXV Jornada Mundial del Enfermo:

«Invito a rezar por intercesión de nuestra Santa Madre, por todos los enfermos, en especial por los más graves y solos, y también por todos aquellos que los cuidan.

Me uniré en comunión de oración con los peregrinos, que el sábado, celebrarán a Nuestra Señora de Lourdes, en particular con los enfermos. Que la Virgen Inmaculada les done el coraje de la esperanza y los custodie en la paz».

Celebración que el Papa Francisco destacó también en sus palabras a los peregrinos polacos, recordando a su amado predecesor, el Papa Juan Pablo II, que, como escribió en la Carta instituyendo esta Jornada, encomendó «su eficacia sobrenatural a la mediación materna de María, Salus infirmorum y a la intercesión de los santos Juan de Dios y Camilo de Lellis, patronos de los lugares de curación y de los agentes sanitarios» Con el anhelo de «que estos santos extiendan siempre los frutos de ese apostolado de la caridad, que el mundo tanto necesita»:

«El Sábado, memoria de la Virgen María de Lourdes, celebraremos la XXV Jornada Mundial del Enfermo. Instituyendo esta Jornada San Juan Pablo II escribió que la misma ‘sea un momento fuerte de oración, participación y ofrecimiento del sufrimiento para el bien de la Iglesia, así como de invitación a todos para que reconozcan en el rostro del hermano enfermo el santo rostro de Cristo’ (Carta con ocasión de la institución de la Jornada Mundial del Enfermo, 13 de mayo de 1992, n. 3). Que esta Jornada suscite en nosotros la sensibilidad y el anhelo de  brindar apoyo material y espiritual a los enfermos que viven entre nosotros».

Que la Madre de Dios nos ayude a dejarnos purificar e iluminar por el Señor, para ser ‘sal de la tierra’ y ‘luz del mundo’, pidió el Papa introduciendo el rezo del Ángelus del V Domingo del Tiempo Ordinario.

Recordando que Jesús encomienda a sus discípulos de todos los tiempos, por lo tanto, también a nosotros hoy, la tarea, responsabilidad y misión de testimoniar con nuestras buenas obras el don de la luz de la fe, que hemos recibido, el Santo Padre invocó la ayuda y amparo de María Santísima, primera discípula de Jesús y modelo de los creyentes, que viven cada día en la historia su vocación y misión».

«¡Toda vida es sagrada!» reiteró el Obispo de Roma, invitando a rezar por «los niños que están en peligro de una interrupción del embarazo y por las personas que están en el ocaso de su vida». Y se unió a la celebración de la Jornada por la Vida, impulsada por los obispos de Italia, con el lema «Mujeres y hombres por la vida, en el surco de Santa Teresa de Calcuta».

El Papa Francisco alentó la cultura de la vida como respuesta a la lógica del descarte y al descenso demográfico, con el anhelo de que «nadie sea dejado en la soledad y el amor defienda el sentido de la vida».

(CdM – RV)








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