Papa: Dios, que conoce nuestra debilidad, sabe que lo recordamos cuando necesitamos ayuda

(RV).- Es con demasiada facilidad que desdeñamos el dirigirnos a Dios en situaciones de necesidad, como si fuera sólo una oración interesada, y por lo tanto imperfecta. Pero Dios, que conoce nuestra debilidad, sabe que lo recordamos cuando necesitamos ayuda, y con sonrisa indulgente de Padre, nos responde amorosamente. Así el Papa Francisco explicó en la catequesis del miércoles 18 de enero, la relación entre la esperanza y la oración, al proseguir con su serie de catequesis sobre la esperanza cristiana.

Después de reflexionar sobre el pasaje del libro de Jonás capítulo 1, 4-5 A.6, que narra acerca del envío que el Señor hace al profeta para que convierta a los habitantes de Nínive, con la ulterior huída de Jonás, su encuentro con unos paganos, el miedo a la tempestad que azota el barco en el que viajaban, y la oración dictada por la esperanza al Dios de la vida, con, finalmente, el reconocimiento de la vocación de Jonás al servicio, y la conversión del pueblo arrepentido, el Obispo de Roma volvió a afirmar que la esperanza "no desilusiona", e invitó además, a orar insistentemente por la unidad de todos los cristianos. 

A continuación, el resumen de la catequesis que el Papa pronunció en nuestro idioma: 

Queridos hermanos y hermanas:

Hoy el profeta Jonás nos invita a reflexionar sobre el vínculo entre esperanza y oración. Jonás es enviado a Nínive, ciudad enemiga de Israel y por tanto indigna de la misericordia de Dios, para predicar su conversión. Jonás no lo entiende y huye.

En el barco encontrará a unos paganos que al verse en peligro por una tempestad se ponen a rezar e invitan al profeta a unirse a ellos. Ante la muerte, el hombre reconoce su fragilidad y se abre a Dios con una oración llena de esperanza. Jonás asume su responsabilidad y se sacrifica para que los paganos se salven. En ellos se opera un milagro aún más grande: gracias a esta experiencia de muerte logran encontrar al Dios de la vida, transformándose su oración en una acción de gracias.

Más tarde, el rey de Nínive tras oír la predicación de Jonás, se confía a la misericordia divina y llama a todos a la oración y a la penitencia, salvando así la ciudad.

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Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española, en particular a los grupos provenientes de España y Latinoamérica. En la oración, nuestra esperanza no se ve defraudada. En esta Semana oración que hoy iniciamos pidamos insistentemente al Padre por la unidad de todos los cristianos. Que Dios los bendiga. 

(Griselda Mutual - Radio Vaticano)