2016-10-06 11:55:00

Papa: católicos y anglicanos impulsemos nuestro camino común. Oración, testimonio y misión


(RV).-«Es un bellísimo signo fraterno» ver a los Primados de tantas Provincias de la Comunión Anglicana que están en Roma con el Arzobispo de Canterbury y Primado de la Iglesia Anglicana, Justin Welby,  destacó el Papa Francisco en su bienvenida a estos queridos hermanos y hermanas en Cristo.

Al recibirlos en la Sala de los Papas, al día siguiente de haber conmemorado juntos de forma solemne el 50 aniversario del histórico encuentro entre el Beato Pablo VI y el Arzobispo Michael Ramsey, el Papa Francisco reiteró la importancia del compartir los frutos de estas cinco décadas, prosiguiendo nuestro camino común, afianzados en la oración, el testimonio y la misión.

Empezando por la oración, el Papa alentó a no desfallecer en rogar por la unidad:

«Oración: en la tarde de ayer celebramos las Vísperas, esta mañana han rezado aquí, ante la tumba del Apóstol Pedro: no cansémonos de pedir juntos e insistentemente al Señor el don de la unidad».

Testimoniemos juntos afianzados en el Espíritu cuán enriquecedor es el ecumenismo, exhortó asimismo Francisco:

«Testimonio: estos 50 años de encuentro e intercambio, así como la reflexión y los textos comunes, nos hablan de cristianos que, por fe y con fe, se han escuchado entre sí y han compartido tiempo y fuerzas. Ha crecido la conciencia de que el ecumenismo nunca es un empobrecimiento, sino una riqueza. Ha madurado la certeza de que, lo que el Espíritu ha sembrado en el otro, produce una cosecha común. Hagamos tesoro de esta herencia y sintámonos llamados cada día a donar al mundo, como pidió Jesús, el testimonio del amor y de la unidad entre nosotros (cfr. Jn 15, 12; 17,21)».

Con el Evangelio llevemos el amor misericordioso del Señor al mundo sediento de paz, volvió a alentar el Papa Francisco:

«Misión: hay un tiempo para cada cosa (cfr. Ec 3,1) y éste es el tiempo en el que el Señor nos interpela, en especial, a salir de nosotros mismos y de nuestros ambientes, para llevar su amor misericordioso a un mundo sediento de paz. Ayudémonos los unos a los otros a poner en el centro las exigencias del Evangelio y a gastarnos concretamente en esta misión».

En encuentro terminó rezando juntos el Padre Nuestro, para pedir la gracia de crecer en la oración, el testimonio y la misión, como pidió el Papa Francisco.

(CdM – RV)








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