REFLEXIONES EN FRONTERA, jesuita Guillermo Ortiz
Hay víctimas inocentes de conflictos persistentes en tantas partes del mundo. A la Reina de la paz, encomendó el Papa, una vez más, el 15 de agosto de 2016, “las angustias y los dolores de las poblaciones que en tantas partes del mundo son víctimas inocentes de los conflictos persistentes”.
Tomando esta vez el caso de los habitantes de Kivu del Norte, en la República Democrática del Congo, Francisco habló de los “afectados por nuevas matanzas, que desde hace tiempo se perpetran en el silencio vergonzoso, sin llamar ni siquiera nuestra atención. Lamentablemente forman parte de los tantos inocentes que no tienen peso en la opinión mundial”.
Curiosamente, ese mismo día, los dos informativos de la TV pública que vi, tocaron el tema de la reflexión previa a la oración del Ángelus, donde el Papa pidió también justicia para las mujeres maltratadas. Pero, de hecho no dijeron una sola palabra sobre lo que el Papa dijo a propósito de las matanzas perpetradas en el silencio vergonzoso, sin llamar nuestra atención, porque lamentablemente son parte de los tantos inocentes que no tienen peso en la opinión mundial.
En esta ocasión el Papa concluyó: "Nos obtenga María, para todos, sentimientos de compasión, de comprensión y de deseos de concordia". @jesuitaGuillo
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