2016-08-01 11:30:00

El Papa Francisco en rueda de prensa de regreso de Polonia


(RV).- El Papa Francisco, tras concluir el 15º Viaje Apostólico Internacional de su pontificado a Polonia, con ocasión de la 31° Jornada Mundial de la Juventud, del 27 al 31 de julio, concedió como es costumbre, una rueda de prensa en el avión durante su viaje de regreso a Roma, en la que se trataron diversos temas de actualidad.

Al tomar la palabra, el Santo Padre comenzó agradeciendo a los periodistas que lo han acompañado en la visita a la patria de San Juan Pablo II. “Buenas noches – dijo el Papa - les agradezco por su trabajo y su compañía. Quisiera darles a ustedes, porque son compañeros de trabajo, mi sentido pésame por la muerte de Anna Maria Jacobini. Hoy he recibido a la hermana, a los sobrinos, el nieto y la nieta: estaban muy dolidos por esto… Es una cosa triste de este viaje”. Asimismo, el Pontífice agradeció de modo particular al padre Federico Lombardi y Mauro, ya que este será para ambos, el último viaje que realizan con el sequito papal. “El Padre Lombardi – precisó el Papa - ha estado en la Radio Vaticana más de 25 años y en los vuelos papales 10 años. Y Mauro 37: 37 años encargándose de las valijas en los vuelos”.

La primera pregunta la formuló Magdalena Wolinska, de la televisora polaca Tvp, quien retomando el primer discurso del Pontífice en Wawel, cuando apenas había llegado a Cracovia, y había dicho que estaba contento de iniciar a conocer la zona de Europa centro oriental, iniciando precisamente desde Polonia, le preguntó: ¿Cómo había vivido estos cinco días en Polonia? ¿Qué le ha parecido?

“Era una Polonia especial – respondió el Papa – porque era una Polonia invadida una vez más, pero esta vez por los jóvenes, ¿no? Cracovia, aquello que he visto, la he visto muy bella. La gente polaca es muy entusiasta. Sino, mira esta noche, con la lluvia, a lo largo de las calles y no sólo los jóvenes, también las viejitas… Es una bondad, una humildad. Yo tenía una experiencia del conocimiento de los polacos cuando era niño: donde trabajaba mi papá vinieron a trabajar, después de la guerra, muchos polacos. Eran gente buena y esto me ha quedado en el corazón. He re-encontrado esta bondad. Una belleza. ¡Gracias!”

A continuación, Ursula Redska de TV Polsat, le dijo que los jóvenes se han quedado conmovidos con sus palabras que corresponden bien a su realidad y a sus problemas. Usted usaba en sus discursos, agregó la periodista, las palabras y las expresiones propias del lenguaje de los jóvenes. Y le pregunto: ¿Cómo se ha preparado? ¿Cómo hacía para dar tantos ejemplos tan cercanos a sus vidas, a sus problemas y con sus palabras?

“Me gusta hablar con los jóvenes. Y me gusta escuchar a los jóvenes. Siempre me ponen en dificultad, dijo el Papa, porque me dicen cosas que no he pensado o que he pensado a medias. Los jóvenes son inquietos, los jóvenes son creativos. Me gusta y de allí tomo aquel lenguaje. Muchas veces debo preguntarles: ¿Qué cosa significa esto? Y ellos me explican que cosa significa. Me gusta hablar con ellos. Nuestro futuro son ellos y debemos dialogar. Es importante este diálogo entre el pasado y el futuro. Es por esto que yo subrayo mucho la relación entre los jóvenes y los abuelos, y cuando digo abuelos entiendo los más viejos y no tanto viejos, pero yo si… Para dar también nuestra experiencia, para que ellos escuchen el pasado, la historia y la retomen y lleven adelante con el coraje del presente, como he dicho esta noche. Es importante. ¡Importante! No me gusta cuando escucho decir: ¡que estos los jóvenes dicen tonterías! También nosotros decimos muchas, ¡eh! Los jóvenes dicen tonterías y dicen cosas buenas: como nosotros, como todos. Pero escucharlos, hablar con ellos, porque nosotros debemos aprender de ellos y ellos deben aprender de nosotros. Es así. Y así se hace la historia y así crece sin cerrazones, sin censuras. No lo sé, es así. Así aprendo estas palabras”.

La tercera pregunta la formuló Marco Ansaldo, del periódico italiano La Repubblica, quien abordó el tema de la represión en Turquía y los 15 días que siguieron al intento de golpe, y según la totalidad de los observadores internacionales afirman que fue peor que el mismo golpe de estado. El periodista agregó que este hecho afecto a muchas categorías: militares, magistrados, administradores públicos, diplomáticos, periodistas. Se habla de más de 13 mil arrestados, dijo, y más de 50 mil personas censuradas. “Una purga”. Y recordando las recientes declaraciones del Presidente turco ante las críticas externas, le preguntó al Papa: ¿Por qué hasta ahora Usted no ha  intervenido, no ha hablado? ¿Teme, tal vez, alguna repercusión sobre la minoría católica en Turquía?

“Cuando he debido decir alguna cosa que no le gustaba a Turquía, pero de lo cual estaba seguro, lo he dicho, con las consecuencias que ustedes conocen. He dicho esas palabras. ¡Estaba seguro! No he hablado porque todavía no estoy seguro, con las informaciones que he recibido, de lo que está sucediendo ahí. Escucho las informaciones que llegan a Secretaría de Estado, y también de algunos analistas políticos importantes. Estoy estudiando la situación también con los asesores de la Secretaría de Estado y la cosa aún no está clara. Es verdad, siempre se debe evitar el mal a los católicos – y esto todos lo hacemos – pero no al precio de la verdad. Existe la virtud de la prudencia – se debe decir esto, cuando, como - pero en mi caso ustedes son testigos que cuando he debido decir algo referente a Turquía, lo he dicho”.

Sucesivamente, Frances D'Emilio de Associated Press, recogió una interrogante que muchos se hacen en estos días a la luz de la noticia que en Australia, la policía australiana estaría indagando sobre nuevas acusaciones contra el Cardenal Pell y esta vez las acusaciones se refieren a abusos de menores, que son muy distintas a las acusaciones anteriores. Y le dijo: ¿Qué se debería hacer con el Cardenal Pell, dada la grave situación, en un puesto tan importante y la confianza que usted le ha dado?

“Gracias. Las primeras noticias que llegaron eran confusas. Eran noticias de hace más de 40 años y ni siquiera la policía había hecho caso en un primer momento. Una cosa confusa. Luego, todas las denuncias han sido enviadas a la justicia y en este momento están en manos de la justicia. No se debe juzgar antes que la justicia juzgue. Si yo dijera un juicio a favor o en contra del Cardenal Pell, no sería bueno, porque juzgaría antes. Es cierto, está la duda. Y existe aquel principio claro del derecho: In dubio pro reo. Debemos esperar la justicia y no hacer un juicio previo, un juicio mediático porque esto no ayuda. El juicio de los chismes, ¿Y luego? No se sabe cómo resultará. Estar atentos a lo que decida la justicia. Una vez que la justicia haya hablado, hablaré yo. Gracias”.

(Renato Martinez – Radio Vaticano)

Posteriormente, el padre Federico Lombardi dio la palabra al periodista argentino Hernán Reyes de Télam, quien dirigiéndose al Santo Padre le preguntó, en primer lugar, cómo estaba después de la caída que sufrió hace unos días. Después, pasando a una segunda pregunta, el periodista se refirió a la posible mediación del Vaticano en Venezuela. ¿Es un diálogo concreto, una posibilidad real?, preguntó.  ¿Cómo piensa que esta mediación, con la misión de la Iglesia, puede ayudar a la estabilización del país?

“Primero: la caída. Yo estaba mirando a la Virgen y me olvidé del escalón. Tenía el incensario en la mano. Cuando sentí que me estaba cayendo, me dejé caer y esto me salvó, porque si hubiera opuesto resistencia, hubiera sufrido las consecuencias. Nada. ¡Estoy fenómeno!”.

“Venezuela. Yo tuve, dos años atrás, un encuentro con el presidente Maduro, muy, muy positivo. Después él pidió audiencia el año pasado: era un domingo, el día después de la llegada de Sarajevo. Pero luego él canceló aquel encuentro, porque estaba enfermo de otitis y no podía venir. Después de esto, dejé pasar el tiempo y le escribí una carta. Hubo contactos – tu mencionaste uno – para un eventual encuentro. Sí, con las condiciones que se ponen en estos casos. Y se piensa en este momento, pero no estoy seguro y no puedo asegurar esto, ¿está claro? No estoy seguro que en el grupo de la mediación alguien, no sé si también el gobierno – pero no estoy seguro – quiere un representante de la Santa Sede. Esto hasta el momento en el cual partí de Roma. Pero las cosas están allí. En el grupo está Zapatero de España, Torrijos y otro más, y un cuarto, se decía, de la Santa Sede. Pero de esto no estoy seguro”.

Sucesivamente el padre Lombardi pasó la palabra a Antoine-Marie Izoard de la agencia francesa, I.Media.

Partiendo con la premisa de que “la pregunta es un poco difícil” Antoine-Marie Izoard habló de los católicos que en Francia, y no sólo, están choqueados por el asesinato del padre Jacques Hamel en su Iglesia, mientras celebrara la Misa. Este cura santo, dijo el periodista francés, fue claramente asesinado en nombre del islamismo. De ahí sus preguntas al Papa: ¿Porqué, cuando usted habla de estos actos de violencia habla siempre de terroristas y jamás de islamismo?  Y luego: Además de la oración y el diálogo, ¿cuál iniciativa concreta puede comenzar o quizás sugerir para contrastar la violencia islámica?

“No me gusta hablar de violencia islámica, porque todos los días cuando hojeo los diarios veo violencias aquí en Italia: aquel que mata a la novia, otro que asesina a la suegra… ¡Y estos son violentos católicos bautizados! Son violentos católicos. Si yo hablara de violencia islámica, debería hablar también de violencia católica. No todos los islámicos son violentos, no todos los católicos son violentos. Es como una ensalada de fruta: hay de todo. Hay violentos de estas religiones. Una cosa es cierta: creo que en casi todas las religiones haya siempre un pequeño grupo fundamentalista. Nosotros lo tenemos”.

“Y cuando el fundamentalismo llega a matar – pero se puede matar con la lengua, y esto lo dice el apóstol Santiago, no yo – y también con el cuchillo, creo que no sea justo identificar el islamismo con la violencia. ¡Esto no es justo y no es verdad! Tuve un largo diálogo con el Gran Imán de la Universidad de Al-Azhar y sé qué piensan ellos: buscan la paz, el encuentro. El nuncio de un país africano me decía que en la capital, hay siempre una fila de gente ¡está siempre lleno! en la Puerta Santa por el Jubileo. Algunos se acercan a los confesionarios, otros rezan en los bancos. Pero la mayoría va adelante, adelante, a rezar al altar de la Virgen: estos son musulmanes que quieren hacer el Jubileo. Son hermanos”.

“Cuando estuve en la República Centroafricana fui a verlos y el Imán también subió al Papamóvil. Se puede convivir bien. Pero hay grupitos fundamentalistas. Y me pregunto también cuántos jóvenes - ¡cuántos jóvenes!- a los que nosotros europeos hemos dejado vacíos de ideales, que no tienen trabajo, que van en busca de la droga, el alcohol o van allí, y se enrolan en grupos fundamentalistas. Sí, podemos decir que el así llamado Isis es un estado islámico que se presenta como violento, porque cuando hace ver sus cartas de identidad, hace ver como en la costa líbica degüella egipcios u otras cosas. Pero éste es un grupito fundamentalista, que se llama Isis. Pero no se puede decir – creo que no sea verdad y no sea justo – que el islamismo es terrorista”.

Antoine-Marie Izoard, repite al Pontífice la segunda pregunta acerca de una iniciativa concreta para contrastar el terrorismo y la violencia, y el Papa Francisco dice:

“¡El terrorismo está por todos lados! Piense al terrorismo tribal de algunos países africanos… El terrorismo crece cuando no hay otra opción, cuando al centro de la economía mundial está el dios dinero y no la persona, el hombre y la mujer. Esto es ya terrorismo. Haz echado la maravilla de la Creación, el hombre y la mujer, y pusiste ahí, el dinero. ¡Esto es terrorismo de base contra la humanidad! Pensémoslo”.

(María Cecilia Mutual – Radio Vaticano)

La séptima intervención estuvo a cargo del representante de la prensa panameña, quien le entregó al Papa Francisco unos presentes en preparación a la próxima Jornada Mundial de la Juventud y le dijo que Panamá lo espera. “Le doy en nombre de los panameños dos cosas: una camisa con el número 17, que es la fecha de su nacimiento, y el sombrero que llevan los campesinos de Panamá y le dijo si podía saludar al pueblo panameño.

“A los panameños, muchas gracias por esto. Les deseo que se preparen bien, con la misma fuerza, la misma espiritualidad y la misma profundidad con la que se han preparado los polacos; los habitantes de Cracovia y todos los polacos”.








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