2016-07-23 08:00:00

Radio Vaticano en español para Guinea Ecuatorial y África


«En el confesionario el cura es signo e instrumento del amor misericordioso de Dios para con el pecador e instrumento de un encuentro»

(RV).- «El buen olor de Cristo y la luz de su misericordia», fue el título de la tercera meditación, del Papa Francisco, en el Jubileo de los sacerdotes,  en la Basílica papal de San Pablo Extramuros.  

Somos instrumento si de verdad la gente se encuentra con el Dios misericordioso, reiteró el Obispo de Roma

«Como sacerdotes, pidamos dos gracias al Buen Pastor, la de saber dejamos guiar por el sensus fidei de nuestro pueblo fiel, y también por su «sentido del pobre», animó el Sucesor de Pedro, señalando que ambos «sentidos» tienen que ver con su «sensus Christi», con el amor y la fe que nuestro pueblo tiene por Jesús

Y terminó su meditación invitando a rezar el Alma de Cristo: «que es una hermosa oración para pedir misericordia al Señor venido en carne, que nos “misericordea” con su mismo Cuerpo y Alma. Le pedimos que nos “misericordee”  junto con su pueblo: a su alma, le pedimos «santifícanos», a su cuerpo, le suplicamos «sálvanos», a su sangre, le rogamos «embriáganos», quítanos toda otra sed que no sea de ti, al agua de su costado, le pedimos «lávanos»; a su pasión le rogamos «confórtanos», consuela a tu pueblo, Señor crucificado; en tus llagas suplicamos «hospédanos»... No permitas que tu pueblo, Señor, se aparte de ti.

Que nada ni nadie nos separe de tu misericordia, que nos defiende de las insidias del enemigo maligno. Así podremos cantar las misericordias del Señor junto con todos tus santos cuando nos mandes ir a ti».

(CdM – RV)








All the contents on this site are copyrighted ©.