2016-06-21 15:45:00

«Seamos misericordiosos también con nosotros mismos», viviendo el Jubileo junto a nuestros oyentes


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(RV).- Conversión es la palabra clave para entender el significado de este Año Santo de la Misericordia. Así nos lo recuerda el Papa Francisco en este fragmento de su homilía predicada en Ciudad Juárez: «Es tiempo de conversión, es tiempo de salvación, es tiempo de misericordia. Por eso, digamos junto al sufrimiento de tantos rostros: Por tu inmensa compasión y misericordia, Señor apiádate de nosotros… purifícanos de nuestros pecados y crea en nosotros un corazón puro, un espíritu nuevo» (cfr Sal 50/51,3.4.12). 

 Nunca es tarde para renovar y sanar nuestro espíritu. Esa es precisamente la propuesta que hace la Iglesia en este tiempo del Jubileo, no sólo a los católicos sino también a todos los hombres y mujeres de buena voluntad. Estamos invitados a transformar nuestros corazones heridos por el propio egoísmo humano, dejando que Dios derrame en ellos la gracia de su misericordia. Cambiar aquellas actitudes o comportamientos que nos hacen daño y que también hieren a los demás, es posible si optamos por el camino del arrepentimiento y el propósito de enmienda.

En este programa de interactividad de Radio Vaticana queremos escuchar las voces de nuestros oyentes y saber cómo están viviendo este Jubileo de la Misericordia. Esuchemos:

«Estoy viviendo el Jubileo con muchísima alegría, con esperanza en mi corazón y con mucha fe en la Iglesia. Nosotros los pecadores, nos sentimos muy felices por este Año del perdón. El gran amor de Cristo hoy demuestra a la humanidad, que aquel que se arrepiente de corazón, obtiene verdaderamente el perdón de Dios. Y esto nos da la fortaleza para seguir adelante», cuenta María Esther de San Miguel, provincia de Buenos Aires.

Desde Paraguay, comparte su testimonio con nosotros la hermana Celia de nacionalidad brasileña: «En este Jubileo de la Misericordia, estoy intentando vivir la experiencia de este Dios misericordioso. He reflexionado mucho sobre las señales de misericordia de Dios en mi vida. Por eso, intento ser también misericordiosa conmigo misma, con mi historia y con mis vivencias... y a partir de allí, intento ver cómo ser misericordiosa con las historias y vivencias de las demás personas. En definitiva, este Jubileo está siendo para mí, esta unión entre la misericordia de Dios, la misericordia conmigo misma y la misericordia con los demás».

Hoy también apostamos por la conversión: «Hay signos que se vuelven luz en el camino y anuncio de salvación», dijo el Papa Francisco antes de finalizar su homilía en el Complejo Ferial de Ciudad Juárez, añadiendo: « Pidámosle a nuestro Dios el don de la conversión, el don de las lágrimas. Pidámosle tener el corazón abierto,  a su llamado en el rostro sufriente de tantos hombres y mujeres. ¡No más muerte ni explotación! Sé del trabajo de tantas organizaciones de la sociedad civil. Sé también del trabajo comprometido de tantas hermanas religiosas, de religiosos y sacerdotes, de laicos que se la juegan en el acompañamiento y en la defensa de la vida. Asisten en primera línea arriesgando muchas veces la suya propia. Con sus vidas son profetas de la misericordia, son el corazón comprensivo y los pies acompañantes de la Iglesia que abre sus brazos y sostiene».

Con este aliento del Obispo de Roma, a ser fieles seguidores de Cristo en el camino de la Iglesia, animamos una vez más a nuestros oyentes, a que sigan enviándonos mensajes de audio a nuestro número de WhatsApp (0039) 347 225 0785, así como comentarios a nuestro Facebook y Twitter. ¡Queremos escucharlos!

(SL-RV)

 








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