2016-06-16 15:38:00

Card. Parolin en Ucrania como enviado del Papa: traigo su cercanía y la de toda la Iglesia a las víctimas de la violencia


Con el Papa Francisco y la Iglesia Católica, la Santa Sede reafirma la urgente necesidad de respetar la legalidad internacional por el bien de los ucranianos.

Promover la paz con la oración, la caridad activa, la ayuda humanitaria, el restablecimiento de la ley y el orden, en el respeto pleno de los derechos humanos fundamentales.

(RV).- «Jesucristo nuestro Señor ha sido claro: cuando alguien tiene hambre, sed, es extranjero, está desnudo, enfermo, encarcelado, Cristo mismo sufre en él». En la ciudad ucraniana de Zaporozhie, en su encuentro con la Comisión de representantes de las Iglesias y de las confesiones religiosas, el Cardenal Secretario de Estado de Su Santidad - llevando el saludo fraterno del Papa Francisco y los fondos recaudados en la colecta que el mismo Papa convocó, junto con una contribución del Santo Padre - lamentó la trágica situación causada por los enfrentamientos armados que no cesan. Y puso en guardia contra «el peligro permanente», que significa, lo que es «mucho más que un conflicto prolongado», que «es signo de una contraposición de civilizaciones, de historias y de pueblos, más allá de las fronteras de Ucrania, que podría tener consecuencias en el equilibrio, ya continuamente violado, en muchas partes del mundo».

El Card. Pietro Parolin añadió que «esta guerra a pedazos», como la llama el Papa Francisco, muestra en Ucrania «que no se puede bromear con las provocaciones, porque basta muy poco para que estallen conflictos desastrosos».

«Lamentablemente, los sufrimientos de esta tierra, en la que nos encontramos hoy, son un adelanto dramático de lo que el empeoramiento de este escenario podría causar». Dijo también el Cardenal Secretario de Estado, portador de la cercanía del Papa y de toda la Iglesia católica:

«He venido – afirmó el purpurado - para encontrar simbólicamente a todas las víctimas de esta violencia, para expresar todo el afecto, la cercanía y la solidaridad del Papa y de toda la Iglesia católica. El sufrimiento que están viviendo, afecta directamente a la tierra ucraniana, a la vez que interpela las conciencias individuales y de toda la comunidad internacional, para que se cumpla todo esfuerzo para que termine el drama de Ucrania».

Entregando «la ayuda concreta de los católicos de Europa» a los queridos hermanos y hermanas de Ucrania, que será distribuida por el Comité instituido también por el Papa, el Card. Parolin aseguró que la Iglesia no cesará de pedir a toda Europa que haga  lo mismo en todos los ámbitos.

Tras señalar que los fondos están destinados exclusivamente a las víctimas de la violencia en la zona oriental de Ucrania, el Card. Parolin recordó a los niños, ancianos y personas más débiles, víctimas de traumas físicos y psicológicos sufridos en operaciones de guerra; a las personas torturadas de diversas formas. Y señaló que han muerto cerca de diez mil personas, sin contar a los dispersos, a los secuestrados y a los detenidos, a los que se suma un gran número de heridos.

También explicó el Cardenal Secretario de Estado que en la asignación de esta ayuda humanitaria no habrá distinción alguna – de convicción o pertenencia religiosa, étnica o de lengua – E hizo un llamamiento:

«A todos los que desempeñan cargos públicos, les pido en nombre de Dios que favorezcan la llegada y la distribución de la ayuda humanitaria, que eliminen las barreras que hacen más difícil el sufrimiento de las víctimas, que les garanticen los derechos que les corresponden y que eviten toda forma de discriminación y de derogación del derecho humanitario internacional y de los compromisos suscritos».

(CdM – RV)








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