El Jubileo de los enfermos da un mensaje de fragilidad, esperanza y fortaleza

(RV).- En el marco de la celebración del Jubileo de los enfermos que concluirá el domingo 12 de junio con la Misa presidida por el Papa Francisco, en Radio Vaticano entrevistamos al Obispo español monseñor José Luis Redrado, hermano de la Hospitalidad de San Juan de Dios y Secretario emérito del Consejo Pontificio para los Agentes Sanitarios (Pastoral de la Salud).

El Jubileo de los enfermos “da un mensaje primero de fragilidad porque la vida la llevamos en vasijas de barro, como dice Pablo, barro quebradizo que se rompe y que no somos tan grandes y tan omnipotentes, y en la fragilidad, y en la enfermedad mejor dicho, lo notamos, nos lo dice el cuerpo… pero también un mensaje de esperanza, esperanza en recuperar la salud que uno ha perdido, que nota en el cuerpo, en espera de recuperación… y otro mensaje de fortaleza, ver el dolor, el sufrimiento de tantos enfermos y de tantas familias y que realmente a uno se le pone la piel de gallina porque estar en un mundo de tanto dolor y sufrimiento y con tanta entereza, con tanta fuerza, con tanta positividad, es una interrogante para los que decimos tener salud y nos ayuda a agradecer la salud los pequeños detalles de la vida, a ser amables, a ser misericordiosos –ahora en este año de la misericordia sobre todo- a ser samaritanos. Los enfermos, diría que nos hacen bien, más todavía, nos hacen mejores”.

¿Cuál es la importancia de que la Iglesia impulse la pastoral con los enfermos?

“Es un mandato del Señor, id y curar, curar enfermos… el primer mandato que deberíamos hacer los Obispos es hacer lo que hizo el Señor, lo que hizo el Señor es decir una palabra de bien, evangelizar con la Palabra, y sobre todo con el gesto… una Iglesia sin la pastoral de enfermos no es la Iglesia de Jesucristo… la historia de la Iglesia es una historia de gran misericordia, este Papa nos hace descubrir esta misma realidad, la misericordia sobre todo de cara a aquellos que sufren, aquellos que necesitan ¿y quiénes son los que sufren? En definitiva son aquellos que el cuerpo lo tienen derrotado, disminuido de salud, aquellos que realmente sienten el peso de sus dolencias”.

“Toda la historia de la Iglesia está llena, cercana a los hermanos que sufren, son mediaciones, personas, instituciones, el mismo Consejo Pontificio [para los Agentes Sanitarios] instituido por Juan Pablo II, ha sido, está siendo un instrumento de animación. Yo que he tenido la ocasión de estar como 25 años como secretario del Consejo Pontificio y recorrer prácticamente el mundo, he visto que realmente estas mediaciones de animación del mundo de los enfermos es una riqueza enorme espiritual para la Iglesia”.

¿Cuál es el carisma de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios?

“Es evangelizar curando. Nosotros no somos enfermeros o tenemos hospitales para curar, esto es un instrumento, es un vehículo, es la mediación a través de la curación técnica, humana… tenemos que llevarle una palabra de salud, de salvación, de animación, un gesto que realmente el mismo enfermo, la familia note que hay un algo más, que simplemente curar, que lo puedan notar, haciendo lo que podemos hacer… que sobre todo que vean no solamente la mano que cura, sino que es más hondo, es el corazón, es el amor que va metido en la mano que está curando… es el buen samaritano”.

“Nosotros los hermanos de San Juan de Dios tenemos unas estructuras, que se llaman hospitales o centros socio sanitarios donde realmente acuden muchos enfermos, muchas familias, son 300 hospitales propios [en el mundo]… la Iglesia tiene 120.000 en el mundo”.

(Mercedes De La Torre – Radio Vaticano).