“La misión es la respuesta a las exigencias del Evangelio”, el Card. Filoni en Colombia

(RV).- “Después de tantos años de sufrimientos debidos a los males de la violencia y la corrupción, ha llegado el momento propicio de extirpar todo mal y de perdonar mutuamente, instaurando una cultura de paz y haciendo surgir entre ustedes dinámicas personales, familiares y comunitarias de reconciliación”, lo dijo el Card. Fernando Filoni, Prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, en la celebración Eucarística en la Catedral de la Inmaculada Concepción de Guapi, en el departamento del Cauca, Colombia.

Su visita pastoral a tierras colombianas, señaló el Cardenal Filoni, tuvo por finalidad: “celebrar y predicar en el 12° Congreso Misionero de Colombia; consagrar a dos nuevos Vicarios Apostólicos, los de Puerto Gaitán y de San Andrés y Providencia; y visitarlos para rezar juntos, escucharlos y hablar con ellos en este Año de la Misericordia”.

En su homilía, el Prefecto comentó el encuentro de Jesús con el joven rico, descrito en el Evangelio de San Marcos. “La pregunta del joven a Jesús representa la preocupación de cada uno de nosotros en cuanto peregrinos en este mundo. Y, frente a esta inquietud, entre la multiplicidad de caminos que se presentan ante nosotros, está la posibilidad de elegir gozosamente la herencia de la vida eterna”. El joven del Evangelio, como piadoso hebreo, afirma el Cardenal Filoni, sabe que ha sido creado a imagen de Dios y, por tanto, sabe que será tanto más feliz cuanto más lleve en sí mismo la imagen de Dios que lo ama. No basta, entonces, con no hacer el mal y observar todos los mandamientos: Dios nos pide que hagamos el bien, que nos abramos al amor.

“El Señor pide a aquel joven algo más, agregó el Purpurado, una cosa impensable para conseguir el ideal de la perfección cristiana, como es el desapego de las cosas del mundo. Pero él quizás se esperaba otra respuesta menos exigente, más tradicional y, sobre todo, más acorde con sus aspiraciones. No se esperaba algo que le implicase toda la vida y lo llamase a dejar las cosas del mundo. Pero no se trata ya solamente de un tener una nueva norma, sino de revolucionar una prospectiva de vida con referencia a Cristo: para entrar en el reino de Dios, es necesario desapegarse de los bienes de la tierra”.

Dirigiéndose a la comunidad, el Prefecto les pregunto: “Maestro bueno, ¿qué debo hacer…?”. ¿qué debo hacer para crecer en la vida cristiana en esta comunidad de Guapi?

“Guapi es una Iglesia en crecimiento, afirmó el Cardenal Filoni, y deseo que haya un número suficiente de estructuras y, sobre todo, de clero indígena; para esto cuento con la colaboración de todos, en todos los ámbitos, también en el económico y material. Es necesario que se desarrolle entre ustedes, queridos hermanos, una conciencia misionera fuerte de la Iglesia local. Debo subrayar que, también en la pobreza, como era la condición de Cristo, se puede hacer frente a las exigencias del Evangelio y de la Iglesia. Nunca nos limitemos a las falsas seguridades de quien piensa que no tiene nada que ver con la palabra de Dios”.

Antes de concluir su homilía, el Prefecto invitó a superar los “tantos años de sufrimientos debidos a los males de la violencia y la corrupción. Ha llegado el momento propicio de extirpar todo mal y de perdonar mutuamente, instaurando una cultura de paz y haciendo surgir entre ustedes dinámicas personales, familiares y comunitarias de reconciliación”. Por todo ello, dijo el Cardenal Filoni, “pido al Señor que haga descender su bendición sobre ustedes aquí presentes y sobre toda la comunidad local, y les confío a la maternal protección de la Virgen María Inmaculada, patrona de Guapi”.

(Renato Martinez – Radio Vaticano)