Programa en español para Guinea Ecuatorial y África

¡Cristo está con nosotros, Jesús ha subido al cielo, está con nosotros. Cristo está vivo!

«¡En esta semana, que nos lleva a la fiesta de Pentecostés, permanezcamos espiritualmente en el Cenáculo, junto con la Virgen María, para acoger al Espíritu Santo!». Fue la exhortación del Papa Francisco,  el VII Domingo de Pascua, introduciendo el rezo a la Reina del Cielo, en comunión – alentó – con los fieles reunidos en el Santuario mariano de Pompeya, para la tradicional Súplica a la Madre de Dios.

El Santo Padre hizo hincapié en la Ascensión de Jesús y en la presencia entre nosotros del Señor Resucitado, que con el don del Espíritu Santo, sigue abriendo nuestra mente y nuestro corazón, para anunciar su amor y su misericordia aun en los ambientes más refractarios del mundo. Éste es el «secreto de nuestra misión», señaló el Papa.

Después de la oración mariana y del responso por los difuntos, el Sucesor de Pedro recordó la 50 Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, única jornada mundial establecida por el Concilio Vaticano II  - “Inter Mirifica”, 1963 - , que se celebra en muchos países, de acuerdo con la indicación de varios obispos del mundo, el domingo anterior a Pentecostés.

Y cuyo mensaje para el 2016, el mismo Papa Francisco tituló: Comunicación y Misericordia: un encuentro fecundo.

La cita dominical terminó con un Ave María, que el Obispo de Roma rezó con los miles de peregrinos que acudieron a la Plaza de San Pedro, por las mamás, encomendándolas a la Mamá de Jesús. Siendo el Día de la Madre en Italia y en otros países.

«Acojamos con gozo la invitación de Jesús a participar en la fiesta de la misericordia y de la fraternidad, y abramos nuestro corazón para ser misericordiosos como el Padre».

Fue la exhortación del Papa Francisco en nuestro idioma, en su audiencia general, del pasado miércoles, cuya catequesis dedicó a la parábola del Padre misericordioso

Roguemos por la paz del mundo, con la Virgen de Fátima, pidió el Sucesor de Pedro, acercándose ya  la Solemnidad de Pentecostés y el 99 aniversario de la primera aparición de la Virgen a los tres pastorcitos.

Valientes testimonios de Cristo, acojamos al Espíritu Santo en Pentecostés y la invitación de María: oración, penitencia y conversión alentó el Obispo de Roma a los numerosos peregrinos de tantas partes del mundo, que acudieron a la Plaza de San Pedro.

Nos acompaña la Voz de los Peregrinos en la Plaza de San Pedro

(CdM – RV)