2016-04-26 11:01:00

Poner en consideración no solamente la verdad objetiva, sino también si ésta se expresa con espíritu bueno, propositivo


REFLEXIONES EN FRONTERA, jesuita Guillermo Ortiz

El Papa Francisco pide en la Exhortación apostólica “La Alegría del amor” que los pastores, hagan discernimiento de las diversas situaciones vividas por el pueblo fiel, la gente, las familias, las personas. Un discernimiento que no es solamente útil cuando se presenta un caso excepcional. Un discernimiento que es un proceso constante de apertura a la Palabra de Dios para iluminar la realidad concreta de cada vida.

Pero además, la ayuda para la lectura de “La alegría del amor”, que se escribió antes de la publicación de esta Exhortación de Francisco, explica que “una característica del discernimiento ignaciano es la insistencia en poner en consideración no solamente la verdad objetiva, sino también si ésta se expresa con espíritu bueno, propositivo. El discernimiento es el diálogo de los pastores con el Buen Pastor con el fin de buscar siempre la salvación de las ovejas”.

Desde la perspectiva del Papa, el trabajo del Pastor es bastante arduo, en el diálogo con gente, con las familias; ese diálogo que busca siempre la salvación de las personas y no su discriminación o condena, el obispo, el sacerdote, no solamente debe considerar la verdad objetiva, sino también si esta verdad objetiva se expresa con espíritu bueno, propositivo.








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