2016-04-23 10:12:00

Nuestro lenguaje debe animar y confortar cada paso de cada familia real


REFLEXIONES EN FRONTERA, jesuita Guillermo Ortiz

El problema no es el de cambiar la doctrina, sino de inculturar los principios generales para que puedan ser comprendidos y practicados. El lenguaje debe animar y confortar cada paso de cada familia real; un lenguaje atento a los interlocutores y que implica discernimiento y diálogo.

La ayuda para la lectura de “La alegría del amor”, que se escribió antes de la publicación de esta Exhortación de Francisco, afirma que “para hablar de la familia a las familias, el problema no es aquel de cambiar la doctrina, sino de inculturar los principios generales para que puedan ser comprendidos y practicados. Nuestro lenguaje debe animar y confortar cada paso de cada familia real”.

“Como consecuencia –dice la orientación para la lectura de la Exhortación-, el Papa Francisco pretende expresarse en un lenguaje atento a los interlocutores y esto implica discernimiento y diálogo. El “discernimiento” requiere no dar por supuesta una formulación de la verdad en las elecciones a realizar.”

Esta ayuda para la lectura explica que “muy seguido el Papa Francisco — siguiendo  a sus predecesores —, nos pide que en cuanto pastores hagamos discernimiento de las diversas situaciones vividas por nuestro pueblo fiel y por toda la gente, las familias, las personas.”








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