Programa ‘Tu comentario ayuda, tu opinión cuenta’, “Señor dame un corazón puro para ser misericordioso”

(RV).- “Los doctores de la ley tenían el corazón cerrado, se sentían dueños de sí mismos y, en realidad, eran huérfanos, porque no tenían relación con el Padre. Hablaban de sus Padres, pero como figuras lejanas”.

Con estas palabras, el Papa Francisco nos muestra con un ejemplo, el de los escribas y fariseos, la dureza del corazón. Ellos veían las obras realizadas por Jesús, pero no querían reconocer en Él al Mesías. También el Santo Padre nos plantea el ejemplo de los soldados de guardia en el sepulcro. Les sugieren admitir que se han adormecido para acreditar el robo del cuerpo de Cristo, pero ni siquiera el testimonio de quien ha asistido a la Resurrección hace que cambie el punto de vista de quien rechaza creer.

“Esto tiene una consecuencia. “Son huérfanos” porque han renegado a su Padre”.

Ruiz Sánchez Julieta, una seguidora de Radio Vaticana en Facebook, comparte con nosotros su opinión sobre los ejemplos que nos planteó Francisco: Así eran en realidad, ellos decían seguir las leyes mosaicas y no aceptaban a nadie que fuera diferente, precisamente porque tenían el corazón cerrado. Eran la clase más poderosa de la sociedad judía en tiempos de Jesús; ellos querían acabar con Jesús porque no aceptaban que Jesús dijera que era el Hijo del Padre Celestial.

Después de estos ejemplos que nos planteó el Santo Padre en su tradicional homilía celebrada en la Capilla de Santa Marta, preguntamos a nuestros seguidores de las redes sociales, como tienen ellos el corazón. ¿Tenéis el corazón abierto o cerrado al señor? A lo que respondieron…

Mi corazón es abierto al señor! Diríamos todos y nosotros quisiéramos que así fuese, pero cuando nos empeñamos ciegamente en creer que somos absolutos; fallamos como cristianos por que olvidamos que tenemos un Padre.  Un signo de que abrimos nuestro corazón al señor es aceptar lo que él nos manda, nos dice Carlos Aguirre. Elsa Maria Guerra comparte: cuando rezo, mi corazón se abre al Señor, y me lleva a contemplar la vida desde otra óptica, y me hace más sensible frente a todo lo que me rodea. Carmen Martínez Montero comenta: Mi corazón está abierto a Jesús, María y José, y a todos los que me necesiten. Pero el corazón de Rocío Roldan también esta abierto al Señor, escuchemos: Mi corazón esta abierto a mi Jesús, solo le pido que sea el mi fuerza, tome mis manos, mis pies… para ir a donde el me pida y que si mis pies se cansaran de caminar y mis manos de abrazar, le diría: Padre quise actuar yo y no deje que actuaras tu, por eso te ofrezco mi ser entero para que tu vivas en mi y yo en ti, vivas tu y muera yo.

También esta abierto el de Candelaria Carrizales, que comenta: yo tengo el corazón abierto al Señor y deseo que entre, se quede… que él habite en mi como dice San Pablo “ya no vivo yo es Cristo quien vive en mi”. Mantener el corazón abierto al Padre cuesta, nos dice Ana Tamara Castro de García, pero creo que cada día a través de La Palabra, gotita por gotita, mi corazón se abre y estoy deseosa que él entre en mi corazón , se quede y me enseñe cómo Padre a no dejar de amar a mi hermano. María Inmaculada Díaz Díaz comenta: Señor, abro mi corazón a ti, te entrego todos mis pedazos. Si ves que en algo me cuesta abrirlo y no me doy cuenta, sacúdeme y espabílame para abandonarme en tus brazos completamente. Elizabeth Del Salto dice: siempre he tratado de ejercitar la apertura de mi corazón. Todos los días después de la oración de la mañana pido la Señor: Jesús abre mi corazón a tu gracia. Para que mi proceso interior sea el que Dios quiere para mí. Arthur Delgadillo pide al Señor: dame un corazón puro para ser misericordioso. El equipo de Redacción de Radio Vaticana en Español agradece todos los mensajes que recibimos diariamente en nuestros perfiles informativos en Facebook, Twitter y Pinterest. Los invitamos a que sigan interactuando con nosotros ayudándonos en nuestra misión de llevar la Voz y el Magisterio del Papa a todas las periferias.