2016-04-11 17:13:00

Jesús resucitado no deja de buscar a sus discípulos cansados y desilusionados, dice el Papa


REFLEXIONES EN FRONTERA, jesuita Guillermo Ortiz

Mientras que para los discípulos todo parecía terminado, es Jesús una vez más el que va a buscarlos, explicó Francisco el domingo 10 de abril de 2016.

Después de los desconcertantes días de la pasión, muerte y resurrección de Jesús, era difícil para los discípulos comprender lo que había sucedido. … Jesús los encuentra en el lago, donde ellos habían transcurrido la noche en las barcas sin pescar nada. Las redes vacías aparecen como el balance de su experiencia con Jesús: lo habían conocido, habían dejado todo para seguirlo, llenos de esperanza… ¿Y ahora? Si, lo habían visto resucitado, pero después pensaban: “Se ha ido, y nos ha dejado… Ha sido como un sueño esto”. Pero ahí, en la aurora Jesús se presenta en la orilla del lago; pero ellos no lo reconocen. A esos pescadores, cansados y desilusionados les dice: “Tiren la red a la derecha de la barca y encontrarán”. Los discípulos confiaron en Jesús y el resultado fue una pesca increíblemente abundante. A este punto Juan le dice a Pedro: “¡Es el Señor!”. Y enseguida Pedro se tiró al agua y nado hacia la orilla, hacia Jesús. En aquella exclamación: “¡Es el Señor!”, está todo el entusiasmo de la fe pascual – ¡Es el Señor! – esta fe pascual llena de alegría y maravilla, que contrasta fuertemente con el desconcierto, el desaliento, el sentido de impotencia que se habían acumulado en el espíritu de los discípulos. La presencia de Jesús resucitado transforma cada cosa: la oscuridad es vencida por la luz, el trabajo inútil se hace nuevamente fructífero y prometedor, el sentido de cansancio y de abandono deja el lugar a un nuevo impulso y a la certeza que Él está con nosotros.

 








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