2016-03-19 14:14:00

Programa en español para Guinea Ecuatorial y África


(RV).- «Me quedo aquí, pero con mi corazón voy con ustedes», les aseguró el Papa Francisco a los miembros del Camino Neocatecumenal, unos siete mil, entregando la cruz misionera a 270 familias, para 56 missio ad gentes, en los cinco continentes.

Concretamente en África: Guinea Ecuatorial, Etiopía, Costa de Marfil, Sudáfrica y Nigeria.

Unidad, gloria y mundo, tres palabras que el Obispo de Roma quiso destacar como mandato para la misión

En la audiencia, que se vivió en un clima familiar de fe, alegría y cordialidad el Santo Padre los alentó a permanecer unidos como hijos de la Iglesia, lejos de la gloria del mundo y respetosos de las semillas de gracia que el Espíritu ha derramado en otras culturas.

Tras hacer hincapié en que «Dios ha amado tanto al mundo» que envió a Jesús (Cfr. Jn 3,16). Y que quien ama no está lejos, sino va al encuentro. El Papa les dijo: ustedes irán al encuentro de tantas ciudades, de tantos países. Dios no es atraído por la mundanidad, al contrario, la detesta; pero ama el mundo que ha creado, y ama a sus hijos en el mundo así como son, ahí donde viven, incluso si están “alejados”.

Y los alentó a que muestren a los hijos la mirada tierna del Padre y consideren un don las realidades que encontrarán; a familiarizar con las culturas, las lenguas y los usos locales - sin ceder a la tentación de trasplantar modelos adquiridos, sino a sembrar el primer anuncio: «lo que es más bello, más grande, más atrayente y al mismo tiempo más necesario» (Exh. Ap. Evangelii gaudium, 35).

En la cita para el rezo del Ángelus dominical, el Santo Padre invocó el amparo de la Virgen María para que «nos ayude a confiarnos completamente en la misericordia de Dios, para llegar a ser criaturas nuevas». E hizo hincapié en que la mirada de Misericordia de Jesús desarma y salva.

Miles de peregrinos acudieron a la Plaza de San Pedro para el rezo a la Madre de Dios, del V Domingo de Cuaresma del Jubileo de la Misericordia, que coincidió con la misma fecha, el 13 de marzo, en que tres años antes había sido elegido el Papa Francisco como Sucesor de Pedro.

El Papa regaló 40 mil ediciones de bolsillo del «Evangelio de la Misericordia de San Lucas», distribuidas, por deseo del Santo Padre, después de la oración mariana del Ángelus y entregadas en la Plaza de San Pedro, por numerosos abuelos voluntarios de la Diócesis del Papa, que destacó la importancia de abuelos y abuelas en la transmisión de la fe a los nietos.

(CdM – RV)








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