2016-02-06 12:49:00

El Papa en la semana


Abandonarse en las manos de Dios, que no excluye a nadie

(RV).- El último domingo de enero, el Papa Francisco rezó el Ángelus con miles de fieles y peregrinos que se dieron cita en la Plaza de San Pedro en un ambiente de júbilo amenizado por las canciones y pancartas del gran grupo de la Acción Católica de la Diócesis de Roma.

- El Papa Bergoglio afirmó que el ministerio profético de Jesús consiste en anunciar que ninguna condición humana puede constituir motivo de exclusión del corazón del Padre, y que el único privilegio ante los ojos de Dios es el de no tener privilegios”.

- “Evitar el terrorismo de las habladurías, que son como una bomba. No pensar en el dinero, que no da la esperanza duradera, la verdadera esperanza está solo en el Señor. Y pidan el don de nuevas vocaciones, para manifestar la cercanía de Dios al prójimo”. Son algunos de los puntos de meditación de Francisco al recibir a los participantes en el Jubileo de la Vida Consagrada, en el Aula Pablo VI del Vaticano el pasado 1º de febrero, en la vísperas de la Fiesta de la Presentación del Señor, y clausura del Año de la Vida Consagrada.

- El Pontífice hablando desde el corazón expresó su cercanía y esperanza en un nuevo despertar de la Vida Consagrada para el mundo de hoy.

- “Que el Señor Jesús, rostro misericordioso del Padre, nos conceda, con su fuerza salvadora, acoger el perdón divino y aprender a perdonar a nuestros hermanos”. Fue el deseo que el Santo Padre manifestó al saludar en nuestro idioma a los fieles y peregrinos presentes en la Plaza de San Pedro que participaron en la audiencia general del primer miércoles de febrero.

- Con el relato del libro de los Proverbios (Pr 11,19-21) en el que se lee que el camino de los intachables es deleite del Señor y que ciertamente los malvados no quedarán sin castigo, el Obispo de Roma dedicó su catequesis al tema de la misericordia y la justicia.

(María Fernanda Bernasconi - RV).








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