2016-01-18 20:01:00

Una verdadera experiencia de amor es el encuentro con Dios que nos permite el don de la fe, dice Francisco


REFLEXIONES EN FRONTERA, jesuita Guillermo Ortiz

De los novios pobres a los que Jesús les hace el milagro de transformarles 6 tinajas de agua en 600 litros de vino para la fiesta de bodas en Caná de Galilea, Francisco pasó a hablar de vos y de mí, porque dijo que el milagro no se refiere sólo a los dos esposos, “toda persona está llamada a encontrar al Señor en su vida”. ¿Qué pensás y sentís sobre esto?

Se trata de un encuentro; de una verdadera experiencia de amor entre Dios y tu persona, la mía, como la experiencia de amor de los esposos. Dice Francisco, “la fe cristiana es un don que recibimos con el Bautismo y que nos permite encontrar a Dios. La fe atraviesa tiempos de alegría y de dolor, de luz y de oscuridad, como toda auténtica experiencia de amor”…

“La narración de las bodas de Caná nos invita a redescubrir que Jesús… se presenta como Aquel que responde a las expectativas y a las promesas de alegría que habitan en el corazón de cada uno de nosotros. …Se trata de darse cuenta de que Jesús nos busca y nos invita a hacerle espacio en lo íntimo de nuestro corazón. Y en este camino de fe con Él no se nos deja solos: hemos recibido el don de la Sangre de Cristo. Las grandes tinajas de piedra que Jesús hace llenar de agua para cambiarla en vino, son signo del pasaje de la antigua a la nueva alianza: en lugar del agua usada para la purificación ritual, hemos recibido la Sangre de Jesús, derramada de modo sacramental en la Eucaristía y de modo cruento en la Pasión y en la Cruz. Los Sacramentos, que manan del Misterio pascual, infunden en nosotros la fuerza sobrenatural y nos permiten saborear la misericordia infinita de Dios”.

 








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