Programa en español para Guinea Ecuatorial y África

Dedicamos nuestro Programa a la primera etapa del Viaje Apostólico del Papa Francisco a África, la de Kenia: su primer discurso y su encuentro con el clero, religiosos, religiosas y seminaristas en Nairobi:

«¡Karibu a Kenia Papa Francisco!». Fue la cordial y alegre bienvenida de Kenia al Papa Bergoglio, que empezó en este país el XI  Viaje Apostólico internacional de su Pontificado, el primero al continente africano y que incluye las etapas de Uganda y República Centroafricana,  como ministro del Evangelio, con Jesús peregrino y mensajero de paz y de reconciliación .

Del 25 al 30 de noviembre con los lemas, «Esté firmes en la fe… no tengan miedo», para su estancia en Kenia; «Serán mis testigos» (Hch 1,8), para su visita a Uganda; y «Pasemos a la otra orilla» (Lc 8,22) para la etapa de la República Centroafricana.

«¡Mungu abariki Kenya!» «¡Que Dios bendiga a Kenia!», fueron las palabras con las que el Obispo de Roma concluyó su primer discurso en Nairobi, animando al pueblo keniata y a todo el gran continente africano a la esperanza y a construir una sociedad solidaria justa y pacífica, con especial atención a los pobres, contra la violencia, los conflictos y el terrorismo, que se alimentan de la pobreza y la desesperación. Con el Evangelio y el compromiso de la comunidad católica, impulsó las obras educativas y caritativas. Con profunda gratitud por la cálida bienvenida, alentó a los dirigentes de la vida política, cultural y económica de este país y de otras naciones africanas en su gran responsabilidad por el bien de toda la población: «para construir, sobre las bases sólidas del respeto mutuo, el diálogo y la cooperación, una sociedad multiétnica que sea verdaderamente armoniosa, justa e inclusiva», afianzada en la democracia.

Recordando que los jóvenes son la riqueza más valiosa de una nación y que Kenia es una nación joven, el Papa reiteró también la importancia de la protección de la naturaleza (Laudato si, 118) para un orden social justo y equitativo, con la indispensable renovación de la humanidad misma. Sin distinción étnica, religiosa ni económica, «todos los hombres y mujeres de buena voluntad, están llamados a trabajar por la reconciliación y la paz, el perdón y la sanación».

Gratitud del Papa a los que sirven a Jesús y llevan su amor a los necesitados

Gracias a los servidores de la Misericordia de Cristo en el pueblo de Dios: pobres, descartados, niños, ancianos, pecadores

El Papa Francisco alentó a donar a todos la alegría plena que solamente la Misericordia del Señor puede dar. En su encuentro intenso y cordial con los sacerdotes y religiosos de Kenia, en la escuela Santa María de Nairobi, el Obispo de Roma reiteró que «el que llama es Jesús» - Él es el que nos mira y elige -  y que «en el seguimiento de Jesucristo»,  «se entra por la puerta y esa puerta es Cristo».

La Iglesia es el misterio de la mirada de ternura de Jesús sobre cada uno

Dejando de lado el discurso preparado, el Papa habló en español, con palabras de padre y maestro. Recordó que en la Iglesia no hay lugar para ambiciones propias, puso en guardia contra la tibieza del alma y la falta de oración y la indiferencia ante el dolor de los hermanos. Y, después de sus consejos, quiso expresar su gratitud de Pastor de la Iglesia universal a los servidores de Cristo:

«Bueno les agradezco mucho. Pero qué Papa maleducado que es éste ¿no? Nos dio consejos, nos dio palos y no nos dice gracias. Yo les quiero decir, lo último que les quiero decir, “la frutilla de la torta”. Quiero darles gracias a ustedes. Gracias por animarse a seguir a Jesús. Gracias por cada vez que se sienten pecadores. Gracias por cada caricia de ternura que dan a quien lo necesita. Gracias por todas las veces que ayudaron a morir en paz a tanta gente. Gracias por quemar la vida en la esperanza. Gracias por dejarse ayudar y corregir, y perdonar todos los días. Y les pido, al darles gracias, que no se olviden de rezar por mí, porque yo lo necesito. Muchas gracias».

 (CdM – RV)