2015-11-13 14:40:00

“Una Iglesia pobre y para los pobres”. 50 años del Pacto de las Catacumbas


(RV).- “Para los países subdesarrollados la Iglesia se presenta como es y como quiere ser, como Iglesia de todos, en particular como la Iglesia de los pobres”. Con estas palabras proféticas el Papa Juan XXIII invitaba a los cristianos y sobre todo a sus “hermanos Obispos” a llevar una vida de pobreza y a ser una “Iglesia sierva y pobre”. En su Radiomensaje del 11 de septiembre de 1962, un mes antes del inicio del Concilio Vaticano II, el “Papa Bueno” – como afectuosamente lo llamaban – trazaba el camino que la Iglesia debería seguir guiados por sus pastores y asistidos por la acción del Espíritu Santo.

Tres años después y en pleno Concilio Vaticano II, el Papa Pablo VI visitó las Catacumbas romanas de Santa Domitila, el 12 de septiembre de 1965. En su homilía, Papa Montini señalaba que las “Catacumbas son el lugar de una larga historia de persecución y martirio, a la cual la Iglesia de los primeros siglos fue sometida”. Pero también, dijo el Pontífice, “son el lugar donde se vivía la fe en Cristo, con la convicción de que Él, es la verdad, la salvación, la esperanza y la victoria definitiva”. “Aquí el cristianismo – afirmó el Papa – fundó sus raíces en la pobreza, en el sufrimiento de las injusticias y persecuciones; aquí la Iglesia, se despojó de todo poder humano, fue pobre, fue humilde, fue pía, fue opresa, fue heroica. Aquí el primado del Espíritu, del cual habla el Evangelio, subrayó el Obispo de Roma, tuvo su oscura, casi misteriosa, pero a la vez firme afirmación, de un testimonio incomparable, su martirio”.

Pocos días antes de la clausura del Concilio Vaticano II, el 16 de noviembre de 1965, 42 Obispos de 15 países diferentes, firmaron en las Catacumbas de Santa Domitila, el llamado “Pacto de las catacumbas”, con el cual se comprometían a llevar una vida de pobreza y a ser una Iglesia sierva y pobre, como los había inspirado el Papa Juan XXIII. Este Pacto fue una expresión pública del camino y del compromiso de la llamada “Iglesia de los Pobres” que se había formado desde la primera sesión del evento conciliar.

“Como quisiera una Iglesia pobre y para los pobres”, era el deseo del Papa Francisco a pocos días de su elección a la Cátedra de Pedro, el 16 de marzo de 2013. De este modo, hablando a los representantes de los medios de comunicación, re-proponía el tema antiguo y actual en la Iglesia cercana a los sectores sociales más emarginados, a los desterrados, a los indigentes y a quienes sufren la injusticia y la violencia.

Para recordar este evento, en el 50 Aniversario de la firma del Pacto de las Catacumbas, se realizará un Seminario este 14 de noviembre, en la Pontificia Universidad Urbaniana. Entre los huéspedes invitados al evento se encuentran, el teólogo jesuita Jon Sobrino; el profesor Alberto Melloni.

(Renato Martinez - Radio Vaticano)








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