2015-10-30 18:34:00

Romero es mártir en el momento de su asesinato, antes por la persecución y después por la calumnia, afirmó el Papa


REFLEXIONES EN FRONTERA, jesuita Guillermo Ortiz

“Los trae a Roma la alegría por el reconocimiento como beato de Monseñor Óscar Arnulfo Romero, Pastor bueno, lleno de amor de Dios y cercano a sus hermanos que, viviendo el dinamismo de las bienaventuranzas, llegó hasta la entrega de su vida de manera violenta, mientras celebraba la Eucaristía…”, dijo Francisco cuando recibió 500 peregrinos de El Salvador que vinieron a Roma para agradecer la beatificación de Mons. Romero el 30 de octubre de 2015.

Después de referirse al martirio de Romero y a los mártires actuales en zonas de persecución de los cristianos, el Sucesor de Pedro dijo dejando el papel:    “Quisiera añadir … que el martirio de monseñor Romero no fue puntual en el momento de su muerte, fue un martirio, testimonio de sufrimiento anterior: persecución anterior hasta su muerte. Pero también posterior porque una vez muerto -yo era sacerdote joven y fue testigo de eso- una vez muerto fue difamado, calumniado, ensuciado. Su martirió se continuó incluso por hermanos suyos en el sacerdocio y en el episcopado. “No hablo de oídas –dijo-, he escuchado esas cosas, ó sea que es lindo verlo también así, un hombre que sigue siendo mártir, bueno ahora ya creo que casi ninguno se atreva, pero que después de haber dado su vida siguió dándola dejándose azotar por todas esas incomprensiones y calumnias. Eso da fuerza, solo Dios sabe, solo Dios sabe las historias de las personas y cuántas veces a personas que ya han dado su vida o han muerto se les sigue lapidando con la piedra más dura que existe en el mundo: la lengua.








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