2015-10-14 19:16:00

La Madre de Dios que “apareció” en el río Paraíba


Aparecida, en el Estado de Sao Paulo en Brasil, celebra el 12 de octubre la fiesta de la Patrona del Brasil: Nuestra Señora de Aparecida. La pequeña imagen de la Virgen, hecha en terracota, sólo tiene 36 centímetros.

Los inicios de su devoción se remontan al año 1716, cuando un grupo de pescadores, después de varios intentos infructuosos, pidieron la intercesión de Nuestra Señora y en lugar de pescado, encontraron una pequeña imagen de Nuestra Señora de la Concepción.

El título de "Aparecida" deriva del verbo "Aparecer" porque fue en un momento de  gran necesidad que los pescadores la encontraron y se dieron cuenta de que este hecho indicaba una señal de la intercesión de la Virgen. La imagen tenía un color oscuro y ennegrecido por el tipo de material en que estaba hecha y también por el hecho de que estaba perdida dentro del río.

La Virgen morena se presenta a la veneración de los fieles recubierta por un rígido manto de gruesas telas, ricamente bordadas, que sólo permiten verle el rostro y las manos, que une sobre el pecho en continua oración.  Porta la corona imperial, de oro y piedras preciosas, con la que fue coronada Reina de Brasil por el Papa Pío X, en el 1904. 

Pío XII la proclamó patrona principal del Brasil en 1930 y el día de su fiesta, el 12 de octubre, ha sido declarado feriado nacional.

Juan Pablo II visitó a la Virgen Aparecida en su santuario, concediéndole el título de Basílica.  Allí se realizó en 2007 la quinta Conferencia del Episcopado Latinoamericano inaugurada con el discurso del Papa Benedicto XVI.

En el 2013, antes de celebrar la Santa Misa, el Papa Francisco rezó emocionado, primero en silencio y luego en voz alta, frente a la imagen original de la Patrona de Brasil, en la Capilla de los doce Apóstoles, ubicada dentro del Santuario, consagrando a todos los jóvenes participantes en la XXVIII Jornada Mundial de la Juventud:

“Madre de Aparecida, pongo en tus manos, para que la eleves ante el Padre, a nuestra juventud, tu juventud, la Jornada Mundial de la Juventud, cuánta fuerza, cuánta vida, cuánto dinamismo que brota y explota y que puede estar al servicio de la vida de la humanidad. Padre, acoge y santifica a tu juventud”, dijo el Pontífice emocionado ante la imagen de la Madre de Dios que se "apareció" en el río Paraíba en 1717 y que fue recogida por un grupo de pescadores.

(MCM-RV)








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