2015-10-12 18:14:00

Con un corazón lleno de agradecimiento y gratitud quiero agradecer: ¡Muchas Gracias! insistió Francisco


REFLEXIONES EN FRONTERA, jesuita Guillermo Ortiz

De los textos oficiales que trabajan los obispos en el Sínodo 2015, uno es el discurso de Francisco en la clausura del Sínodo del 2014. En este texto el Papa inicia: “Con un corazón lleno de agradecimiento y gratitud quiero agradecer, juntamente con ustedes, al Señor que, en los días pasados, nos ha acompañado y guiado con la luz del Espíritu Santo. Doy las gracias de corazón”. El obispo de roma nombró aquí a todos “aquellos que trabajaron con auténtica fidelidad detrás del telón y total entrega a la Iglesia y sin pausa: ¡muchas gracias!... por su participación activa y fructuosa”.

Teniendo en cuenta estas palabras de Francisco, quisiera subrayar la importancia fundamental de la gratitud en la espiritualidad ignaciana. No se trata aquí de una simple formalidad o de cerrar un encuentro dejando a todos contentos. No esta gratitud es lo que estaba pasando por el alma del Papa en el momento que hace un examen espiritual de conciencia, sobre lo que él mismo sintió.

La gratitud es el 1° punto del examen de conciencia ignaciano y llena de alegría y paz el corazón, por la confianza en el amor de Dios que genera la toma de conciencia de su presencia y por su acción benéfica en tantos dones y gracias. Dijo el Papa al finalizar su agradecimiento: “Los llevaré en la oración, pidiendo al Señor que los recompense con la abundancia de sus dones de gracia”. Y continuó dando razones de su gratitud por lo que sucedió en el Sínodo: “Podría decir serenamente que —con un espíritu de colegialidad y sinodalidad— hemos vivido de verdad una experiencia de «Sínodo», un itinerario solidario, un «camino juntos».”








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