La capilla donde fue asesinado monseñor Romero

REFLEXIONES EN FRONTERA, jesuita Guillermo Ortiz

(RV).- Con Francisco peregrino en salida misionera, el jesuita Guillermo Ortiz visita la capilla donde murió monseñor Romero.

Nos adelantamos a su llegada a Cuba y visitamos El Salvador, para conocer lugares especiales del beato monseñor Romero, beatificado en junio. El lugar de la capilla del hospital de las hermanas Carmelitas, donde a monseñor Romero lo asesinaron de un tiro desde la puerta mientras él estaba haciendo el ofertorio de una misa de difuntos, en la cual él había elegido las lecturas del Evangelio: “Si el grano de trigo no muere en la tierra no da fruto”.

Su muerte se produjo, en el momento del ofertorio del pan y del vino, un momento que a mí personalmente me impresiona, ya  que se cierra con la oración que el sacerdote hace en silencio: “Acepta Señor estas ofrendas, que este sea hoy nuestro sacrificio”, con la cual el mismo sacerdote se ofrece en sacrificio por el pueblo de Dios.

Es una oración común, la oración de todas las misas, un momento de ofrecimiento del sacerdote. Precisamente fue en este momento en el que monseñor Romero estaba haciendo las ofrendas del pan y del vino, cuando este mercenario, pagado, desde la puerta de la pequeña capilla del hospital, lo ejecuta con un tiro en el corazón. He estado en esta capilla, donde él había pedido alojamiento al inicio de su arzobispado en El Salvador. Muy cerca de la capilla, está también la casita que las hermanas le armaron para que él viviera allí. Monseñor Romero, dio la vida por el pueblo, como Jesús; defendiendo a su pueblo del mal, de la guerra, de la corrupción. Fue asesinado en un momento muy importante de oración, de ofrecimiento a Jesús de su vida, en el sacrificio de Jesús.

Para Radio Vaticana, jesuita Guillermo Ortiz.