Ir más allá de las propias seguridades, del egoísmo y de la indiferencia

Especial la Voz del Papa

(RV).- En su catequesis del 8 de abril, miércoles de la Octava de Pascua, el Pontífice completó su reflexión sobre los niños, que son el fruto más bello de la bendición que el Creador ha dado al hombre y a la mujer.

- Un “crimen inaceptable”, espero vivamente que “la comunidad internacional no dirija su mirada a otra parte”. A la hora del Regina Coeli, la oración mariana que sustituye a la del Ángelus en el tiempo pascual, del llamado Lunes del Ángel, o de la Octava de Pascua, el Papa Francisco volvió a pedir a los Estados que se impliquen mayormente en la defensa de los cristianos perseguidos.  Además, el Obispo de Roma exhortó a toda la Iglesia a llevar por doquier la alegría de la Resurrección, con los  hechos más que con las palabras.

- Con Jesucristo que ha resucitado “el amor ha vencido el odio, la vida ha vencido la muerte, la luz ha expulsado las tinieblas”: por esta razón, en un mundo que “propone imponerse a toda costa”, tratemos de “no ceder al orgullo” que alimenta la violencia y las guerras, sino tener el “coraje humilde” del perdón y de la paz.

- Lo afirmó el Papa Francisco, el pasado 5 de abril, en su mensaje Pascual, desde el balcón central de la Basílica Vaticana, donde también impartió su bendición Urbi et Orbi, es decir, a la ciudad de Roma y al mundo, tras haber presidido en la Plaza de San Pedro la Santa Misa de Pascua de Resurrección y después de haber saludado a los fieles y peregrinos en su recorrido entre la multitud que, a pesar de la lluvia, abarrotada la Plaza.

(María Fernanda Bernasconi - RV).