-Con una multitudinaria y cariñosa bienvenida, el Papa Francisco fue recibido en el Santuario de Nuestra Señora del Rosario de Pompeya y también en Nápoles, les ofreceremos la intensa mañana, de este día del Obispo de Roma, en este octavo Viaje por Italia de su Pontificado.
-Después de detenerse en silencio orante a los pies de la imagen de la Virgen María del Santo Rosario, Francisco pronunció una Súplica a la Madre del Redentor y modelo de la Iglesia, ¡ayúdanos a construir un mundo según tu corazón de Madre!
-Luego, en el atrio del Santuario, el Papa Francisco improvisó unas palabras, saludando a los numerosísimos fieles, algunos de ellos habían pasado toda la noche en oración esperándolo.
-«¡Muchas Gracias! Hemos rezado todos a la Virgen, para que los bendiga a todos, a ustedes, a mí a todo el mundo.
-Después, el Obispo de Roma se desplazó a Nápoles, empezando su visita en el barrio popular de Scampia, de la periferia napolitana.
-En la plaza dedicada a Juan Pablo II, el Papa Francisco a alentó a la esperanza ante las grandes dificultades sociales, a luchar contra el mal y a tener la valentía de ir por el camino del bien y de la justicia.
-¡Hoy he venido a Nápoles a proclamar con ustedes: Jesús es el Señor! «Jesús es el Señor» frase que el Papa hizo repetir con él a los numerosísimos fieles que abarrotaban la Plaza del Plebiscito y que lo hicieron con entusiasmo y fervor. «Queridos napolitanos ¡no se dejen robar la esperanza!». Fue su vibrante exhortación en la Santa Misa.
-Nos acompaña nuestro enviado especial, acompañando al Papa Francisco, el jesuita Guillermo Ortiz.
(CdM – RV)
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