2015-03-03 13:22:00

«Exhorto a todos a rechazar la violencia» El Papa en el Ángelus


(RV).- En el segundo domingo de cuaresma antes del rezo del Ángelus dominical  y a su regreso de la semana de ejercicios espirituales en Ariccia, el Santo Padre recordó ante todo la liturgia del domingo pasado, que nos presentó a Jesús tentado por satanás en el desierto, pero victorioso de su tentación.

A la luz de este Evangelio, señaló el Pontífice, hemos tomado nuevamente conciencia de nuestra condición de pecadores, pero también de la victoria del bien sobre el mal ofrecida a cuantos emprenden el camino de conversión y, como Jesús, quieren hacer la voluntad del Padre.

La Iglesia, dijo el Papa, nos indica en este segundo domingo de camino cuaresmal la meta de este itinerario de conversión, es decir, la participación en la gloria de Cristo.

Después del rezo a la Madre de Dios, el Obispo de Roma con especial atención a las dramáticas noticias que llegan desde Siria e Irak, además de asegurar a las personas implicadas su cercanía y la de la Iglesia, pidió a todas las personas, según las propias posibilidades, de trabajar para aliviar el sufrimiento de cuantos están pasando por esta difícil prueba:

“Queridos hermanos y hermanas,

No cesan, lamentablemente, de llegar noticias dramáticas desde Siria e Irak, relativas a violencias, secuestros de personas y abusos contra los cristianos y otros grupos. Queremos asegurar a las personas involucradas en estas situaciones que no las olvidamos, sino que estamos cerca de ellas y rezamos insistentemente para que lo antes posible se ponga fin a la brutalidad intolerable de la cual son víctimas. Junto con los miembros de la Curia Romana he ofrecido esta intención en la última Santa Misa de los Ejercicios Espirituales, el viernes pasado. Al mismo tiempo les pido a todos, según las propias posibilidades, de trabajar para aliviar el sufrimiento de cuantos están en la prueba, a menudo solamente por la fe que profesan. Recemos por estos hermanos y estas hermanas que sufren por la fe en Siria y en Irak. Recemos en silencio”.

Asimismo el Sucesor de Pedro, Padre y Pastor de la Iglesia Universal, recordó la situación de aguda tensión que está viviendo la Nación hermana de Venezuela. En el corazón del Pontífice, el muchacho muerto hace pocos días en San Cristóbal:  

“Deseo recordar también a Venezuela, que está viviendo de nuevo momentos de aguda tensión. Rezo por las víctimas y, en particular, por el chico muerto hace pocos días en San Cristóbal. Exhorto a todos a rechazar la violencia y a respetar la dignidad de cada persona y la sacralidad de la vida humana, y los animo a volver a emprender un camino común para el bien del país, reabriendo espacios de encuentro y diálogo, sinceros y constructivos. Encomiendo ese amado país a la intercesión materna de Nuestra Señora de Coromoto”.

(GM - RV)








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