2015-03-01 13:02:00

Siria, Irak y Venezuela en el corazón del Papa. Apremiantes llamamientos.


(RV).- (Actualizado) Después del rezo a la Madre de Dios, el Obispo de Roma con especial atención a las dramáticas noticias que llegan desde Siria e Irak, además de asegurar a las personas implicadas su cercanía y la de la Iglesia, pidió a todas las personas, según las propias posibilidades, de trabajar para aliviar el sufrimiento de cuantos están pasando por esta difícil prueba:

“Queridos hermanos y hermanas,

No cesan, lamentablemente, de llegar noticias dramáticas desde Siria e Irak, relativas a violencias, secuestros de personas y abusos contra los cristianos y otros grupos. Queremos asegurar a las personas involucradas en estas situaciones que no las olvidamos, sino que estamos cerca de ellas y rezamos insistentemente para que lo antes posible se ponga fin a la brutalidad intolerable de la cual son víctimas. Junto con los miembros de la Curia Romana he ofrecido esta intención en la última Santa Misa de los Ejercicios Espirituales, el viernes pasado. Al mismo tiempo les pido a todos, según las propias posibilidades, de trabajar para aliviar el sufrimiento de cuantos están en la prueba, a menudo solamente por la fe que profesan. Recemos por estos hermanos y estas hermanas que sufren por la fe en Siria y en Irak. Recemos en silencio”.

Asimismo el Sucesor de Pedro, Padre y Pastor de la Iglesia Universal, recordó la situación de aguda tensión que está viviendo la Nación hermana de Venezuela. En el corazón del Pontífice, el muchacho muerto hace pocos días en San Cristóbal:  

“Deseo recordar también a Venezuela, que está viviendo de nuevo momentos de aguda tensión. Rezo por las víctimas y, en particular, por el chico muerto hace pocos días en San Cristóbal. Exhorto a todos a rechazar la violencia y a respetar la dignidad de cada persona y la sacralidad de la vida humana, y los animo a volver a emprender un camino común para el bien del país, reabriendo espacios de encuentro y diálogo, sinceros y constructivos. Encomiendo ese amado país a la intercesión materna de Nuestra Señora de Coromoto”.

Finalmente el Pontífice dirigió sus saludos a todos los fieles presentes en la plaza de San Pedro, familias, grupos parroquiales, asociaciones, peregrinos en Roma, de Italia y de otros países. También saludó a los fieles provenientes de San Francisco, California, a los jóvenes de las parroquias de la isla de Formentera, a los grupos de Fontaneto d'Agogna y Montello, a los Bomberos de Tassullo, y a los chicos de Zambana.

Palabras especiales tuvo hacia los seminaristas de Pavia presentes en la plaza junto con su rector y padre espiritual, quienes han apenas terminado los ejercicios espirituales y hoy regresan a su diócesis:  “Pidamos por ellos y por todos los seminaristas la gracia de ser buenos sacerdotes”, expresó.  

“Les deseo a todos un buen domingo. No se olviden, por favor, de rezar por mí. ¡Buen almuerzo y hasta la vista!”

(GM – RV)








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