2015-02-03 17:08:00

El contexto histórico del pontíficado de Pío XI es lo más buscado en el Archivo Secreto Vaticano


(RV).- Ver la firma del rey Carlos I de España y V de Alemania sobre un papiro, no es algo que pasa todos los días. En el programa ‘Huellas en la Cultura’ de esta semana, nos adentramos en el Archivo Secreto Vaticano, que no tiene nada secreto como puede entenderse con su nombre, sino que, volviendo a la raíz latina, ese ‘secretum’ tiene el significado de privado, de exclusivo, es decir, el archivo personal del Pontífice. Pero todos los documentos -siguiendo las leyes del Archivo-, pueden ser mostrados a quien lo desee -siguiendo también los requisitos de búsqueda-, por ejemplo, sólo pueden acceder a esta joya documental las personas con una carrera universitaria de más de 4 años.

Entrevistamos al Doctor Marco Grilli, secretario de la Prefectura del Archivo Vaticano, quien trabaja aquí desde hace 10 años. Él nos explica que en este lugar confluyen los documentos con más de 35 años, que ya no son útiles para el día a día de los dicasterios romanos o para la curia, y por eso son traídos aquí para ser conservados de manera permanente y puestos a disposición de los estudiantes de historia o documentalistas. Fue entre 1610 y 1612 cuando el Papa Pablo V tomó la decisión de crear un archivo de la Santa Sede. Anteriores pontífices también lo había planteado pero era difícil la reunión de todos los documentos dispersos en diversos puntos de Roma. En la actualidad se cuentan aquí reunidos escritos, de más de 650 archivos externos, distribuidos en 85 kilómetros aproximadamente, gran parte de ellos situados subterráneamente en los patios de la Piña y del Belvedere, es decir en la parte este de la ciudad Vaticana, mirando de frente la Basílica.

Son 55 las personas que trabajan en el Archivo Secreto Vaticano, entre documentalistas, administrativos, porteros, informáticos, restauradores, o ayudantes de búsqueda. Y es que aquí, llegan personas de diversas partes del mundo, pasando por África y Oceanía, un total de 50 países, lo que hace que cada año se haga la tarjeta de acceso a 1200 estudiantes, y esto significa que cada día 50 personas, aproximadamente, pasan por estas estanterías repletas de historia de más de 12 siglos.

¿Lo más buscado?, según explica Marco Grilli, al comienzo se examinaban documentos de la Edad Media, pero actualmente lo más estudiado es el contexto histórico de los años en los que el Papa Pío XI fue cabeza de la Iglesia, un pontificado “delicadísimo”, según recalca Grillo, ya que tanto antes, durante, como después, de este periodo se vivieron hechos históricos relevantes como la Segunda Guerra Mundial, el fascismo italiano, el nacismo alemán o la Guerra Civil Española. También, especifica, los historiadores de arte buscan informaciones de grandes familias italianas, sobre todo romanas, como por ejemplo el archivo de la familia Borghese.

Actualmente, explica Grilli, el límite cronológico de consulta es el final del pontificado del Papa Pío XI, febrero del año 1939, pero ha habido algunas excepciones, por ejemplo: Pablo VI consintió la búsqueda del Archivo del Concilio Vaticano II (1962-1965), o San Juan Pablo II abrió a la consulta el fondo de la Oficina de Información Vaticana por los prisioneros de guerra (1939-1947). 

(MZ-RV)








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