2015-01-27 10:15:00

En la familia se aprende a convivir en la diferencia


Actividades de la Santa Sede

(RV).- Se hizo público el Mensaje anual del Papa Francisco para la 49ª Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, que se celebrará el domingo 17 de mayo de 2015 con el tema de “Comunicar la familia: ambiente privilegiado del encuentro en la gratuidad del amor”.

El mensaje, fechado el pasado 23 de enero, en la vigilia de la festividad de San Francisco de Sales, patrono de los periodistas, se publicó en inglés, italiano, francés, alemán, portugués y castellano.

Comunicar la familia: ambiente privilegiado del encuentro en la gratuidad  del amor

El Pontífice destaca escribe que el tema de la familia está en el centro de una profunda reflexión eclesial y de un proceso sinodal que prevé dos sínodos, uno extraordinario – ya celebrado – y otro ordinario, convocado para el próximo mes de octubre. De ahí que el Papa haya considerado oportuno que el tema de la próxima Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales tuviera como punto de referencia la familia. Porque como afirma el Obispo de Roma la familia es el primer lugar donde aprendemos a comunicar. Y añade que volver a este momento originario nos puede ayudar, tanto a comunicar de modo más auténtico y humano, como a observar la familia desde un nuevo punto de vista. 

El Papa escribe que al llegar al mundo, permanecemos en un seno, que es la familia. Un seno hecho de personas diversas en relación; y afirma que la familia es el lugar donde se aprende a convivir en la diferencia, tal como él mismo lo ha escrito en su Exhortación apostólica Evangelii gaudium del 24 de noviembre de 2013.

“Nosotros no inventamos las palabras” – escribe también el Papa – sino que podemos usarlas porque las hemos recibido. Por eso reflexiona que en la familia se aprende a hablar la lengua materna, es decir, la lengua de nuestros antepasados. Y añade que en la familia se percibe que otros nos han precedido, y nos han puesto en condiciones de existir y de poder, también nosotros, generar vida y hacer algo bueno y hermoso. Podemos dar porque hemos recibido, y este círculo virtuoso está en el corazón de la capacidad de la familia de comunicarse y de comunicar; y, más en general, es el paradigma de toda comunicación.

El Santo Padre también escribe que lo que nos hace entender en la familia lo que es verdaderamente la comunicación como descubrimiento y construcción de proximidad es la capacidad de abrazarse, sostenerse, acompañarse, descifrar las miradas y los silencios, reír y llorar juntos, entre personas que no se han elegido y que, sin embargo, son tan importantes las unas para las otras.

Por esta razón, reducir las distancias, saliendo los unos al encuentro de los otros y acogiéndose, es motivo de gratitud y alegría: del saludo de María y del salto del niño brota la bendición de Isabel, a la que sigue el bellísimo canto del Magníficat, en el que María alaba el plan de amor de Dios sobre ella y su pueblo. De un “sí” pronunciado con fe, surgen consecuencias que van mucho más allá de nosotros mismos y se expanden por el mundo.

Y añade que “visitar” comporta abrir las puertas, no encerrarse en uno mismo, salir, ir hacia el otro, a la vez que destaca que también la familia está viva si respira abriéndose más allá de sí misma, y las familias que hacen esto pueden comunicar su mensaje de vida y de comunión, pueden dar consuelo y esperanza a las familias más heridas, y hacer crecer la Iglesia misma, que es familia de familias.

El Papa Francisco concluye este mensaje afirmando que la familia más hermosa, protagonista y no problema, es la que sabe comunicar,  partiendo del testimonio, la belleza y la riqueza de la relación entre hombre y mujer, y entre padres e hijos. “No luchamos para defender el pasado, sino que trabajamos con paciencia y confianza, en todos los ambientes en que vivimos cotidianamente, para construir el futuro”.

(María Fernanda Bernasconi - RV).








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