2014-12-05 15:01:00

Programa en lengua española dirigido a Guinea Ecuatorial y al continente africano


(RV).- Una semana más con ustedes, para detenernos en algunas de las actividades más destacadas del Papa.

- En su audiencia general, el Obispo de Roma - recordando su peregrinación a Turquía, «con el deseo de que cristianos y musulmanes trabajen juntos por la solidaridad, la paz y la convivencia pacífica» -  señaló que con los «pastores y fieles de los distintos ritos católicos», invocó al «Espíritu Santo para que el Pueblo de Dios, en la diversidad de sus tradiciones, crezca en su apertura, docilidad y obediencia a su divina acción».

- También destacó su encuentro en la fiesta del Apóstol san Andrés, con el Patriarca Ecuménico de Constantinopla, Bartolomé I, y la  Declaración firmada renovando el «compromiso de proseguir el camino para el restablecimiento de la plena comunión entre católicos y ortodoxos, conscientes de que la oración es la base para un diálogo ecuménico fructífero».

- «En este Tiempo de Adviento que prepara nuestros corazones a la venida entre nosotros del Príncipe de la paz», el Santo Padre invitó «a rezar sin cesar» para que su Viaje Apostólico a Turquía brinde frutos de unidad entre los cristianos y de paz en Oriente Medio»

- «Los hermanos Pedro y Andrés», reflexión del jesuita Guillermo Ortiz

- El Papa Francisco firmó en el Vaticano la Declaración de los líderes religiosos contra la esclavitud – fue el 2 de diciembre - día que como dijo el mimo Papa marca «una iniciativa histórica y de acción concreta: Declarar que trabajaremos juntos para erradicar el terrible flagelo de la esclavitud moderna en todas sus formas».

- «No podemos tolerar que la imagen del Dios vivo sea sometida a la trata más aberrante», dijo el Santo Padre, recordando que «la explotación física, económica, sexual y psicológica de hombres, mujeres y niños y niñas actualmente encadena a decenas de millones de personas a la deshumanización y a la humillación».

- Además de las palabras del Papa Bergoglio, que pronunció su intenso discurso en español, les ofreceremos la lectura de la histórica Declaración para la abolición de todas las formas esclavitud, que son un delito grave de lesa humanidad, como la trata de personas, el trabajo forzado, la prostitución, el tráfico de órganos, y toda relación que no respete la convicción fundamental de que todas las personas son iguales y tienen la misma libertad y la misma dignidad.

- La Declaración la leyó Claudia, de México, que sobrevivió al tráfico de personas y fue obligada a prostituirse. Y, como explicó el Director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, ahora se dedica a hacer llegar su mensaje a los jóvenes, para evitar que ellos caigan en las redes del tráfico de personas.

(CdM – RV)








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