Movimiento de Schoensatt. “La Alianza de Amor es la clave”.

(RV).- El sábado 24 de octubre el Santo Padre encontró a los peregrinos venidos de diversas partes del mundo, con ocasión del Jubileo por los 100 años del Movimiento Católico Internacional de Schoenstatt. Las festividades centrales fueron en Alemania y tuvieron lugar en Schoenstatt, el pueblito a orillas del río Rin en donde el P. José Kentenich fundó el Movimiento que lleva el mismo nombre, el 18 de octubre de 1914, en la pequeña capillita que se conoce hoy como Santuario Original. Padre Francisco Pereira y padre Gerardo Cárcar, dos de los organizadores del encuentro, contaron esta maravillosa experiencia ante los micrófonos de Radio Vaticana:

“Celebrar 100 años es un momento especialísimo”, comienza p. Francisco. “Un carisma es un regalo de Dios a la Iglesia”. “Una de las intenciones de esta celebración en Roma era mostrarle al Santo Padre los elementos centrales de nuestra espiritualidad a través de las obras y los frutos del movimiento en estos 100 años”.

Bajo el término del encuentro, propusimos un encuentro de diálogo, explicó padre Gerardo Cárcar, responsable de la audiencia en Roma. “La figura evangélica era la visitación, el encuentro de María con Santa Isabel. En ese encuentro ambas se sientes conducidas, guiadas, ambas regalan algo, ambas reciben más todavía de lo que habían recibido”. “Formulamos cinco preguntas en cinco ámbitos, sobre familia, pedagogía, juventud, sociedad e iglesia,  porque Schoenstatt no es un proyecto pastoral en un ámbito determinado, es una espiritualidad que permite a la persona un movimiento interior, una renovación interior. Después, las personas se proyectan en gran cantidad de actividades muy diversas”. “Gente que motivada por la Alianza de Amor con la Virgen, desarrolla proyectos en tantos ámbitos distintos”.

El núcleo de Schoenstatt lo constituye la Alianza de Amor con la Virgen. Ella es la gran Portadora de Cristo a los hombres, la compañera y colaboradora permanente de Cristo en toda la obra de la Salvación. La “Mater Ter Admirabilis”, Madre tres veces admirable, como Madre de Dios, Madre del Redentor y Madre de los redimidos.

“El Santo Padre se refirió al cambio interior” refiere padre Francisco Pereira, Director Pastoral de “María ayuda”, corporación que ayuda a niños, niñas y familias que viven situaciones de violencia, abuso y negligencia en Chile. Para nosotros – continúa - la alianza de amor es clave”. “La Alianza de Amor tiene como centro la transformación de la  persona. Si hacemos una Alianza con la Virgen, nos vinculamos a ella y nos tomamos de la mano para que la cultura cambie”. “Es el gran instrumento de nuestra espiritualidad para el cambio de la cultura”.

P. Pereira reflexionó también en el cómo nos ahogamos en estructuras, burocracias y en muchas cosas que no son importantes y que nos impiden el cambio verdadero. “El mundo vive la separación de la fe y de la vida” afirma, “y el gran desafío desde la Alianza de amor es cambiar esa cultura, a partir de la fe”.

“La fe no es una teoría - apunta padre Gerardo - la fe es una experiencia, nace de un encuentro con Jesucristo, y ese encuentro con María en la  Alianza de Amor, lleva a la persona al encuentro con Dios en Jesucristo, a sentirse aceptada, querida y sostenida por el amor”. “ Ese amor de Dios no como teoría sino como experiencia sana las heridas de las personas y de la sociedad”.

“Reina sobre nosotros según el querer de Dios;

transfórmanos en sal y en levadura del mundo;

haz que seamos un alma y un corazón,

así como el Señor lo implorara en la tierra.

A pesar de todas las particularidades,

formemos una sólida unidad;

como reino ideal nos nos consagremos al Padre

y, aunque el odio enferme las masas de los pueblos, rompamos todas las barreras nacionales.

Acrecienta nuestra pequeña grey

y dale profundidad;

úsanos siempre como instrumento tuyo

para cumplir la gran misión

que para nosotros imploraste

por voluntad del Padre.

Amén”.

(Padre José Kentenich)

(GM – RV)