Visita del Papa a El Fanar signo de unión entre Roma y Constantinopla
(RV).- (con audio) Al recibir cordialmente
a una delegación de la Fundación Orientale Lumen, el Papa Francisco se refirió a
su próxima visita al Patriarcado Ecuménico, en noviembre, en ocasión de la fiesta
del apóstol San Andrés. Y destacó que la peregrinación cristiana es una ocasión de
un camino para la renovación interior que nos lleva siempre más hacia el Señor.
Toda
peregrinación cristiana no es sólo un itinerario geográfico sino, sobre todo, la ocasión
de un camino de renovación interior para ir siempre más hacia el Señor Jesucristo,
“iniciador y perfeccionador de la fe”. Con estas palabras el Santo Padre se dirigió
este viernes a los peregrinos de la delegación de la Fundación Orientale Lumen en
América que en estos días, guiados por el Metropolita Kállistos de Diokleia, se
encuentra en Roma.
Estoy complacido, les dijo, por haber elegido recordar
en su peregrinación a los Papas Juan XXIII y Juan Pablo II, canonizados el pasado
mes de abril. Esta elección – dijo el Papa - resalta la importante contribución de
estos Papas en el desarrollo de las relaciones “siempre más estrechas” entre la Iglesia
católica y las Iglesias ortodoxas. Y destacó el ejemplo iluminante de estos dos Santos,
y su ardiente pasión por la unidad de los cristianos, “nacida de la dócil escucha
de la palabra del Señor que en la última cena oró al Padre para que sus discípulos
fueran “una sola cosa”.
El Santo Padre les pidió que, con la intercesión de
esto dos santos, rezaran por su ministerio de obispo de Roma al servicio de la comunión
y de la unidad de la Iglesia.
Luego Francisco recordó la próxima etapa de esta
peregrinación a El Fanar, en donde la fundación Oriental Lumen encontrará al Patriarca
ecuménico Bartolomé I. Les pido – dijo – que le transmitan mis cordiales y fraternos
saludos.
Y recordando su próxima visita al Patriarcado ecuménico el próximo
mes de noviembre, en ocasión de la fiesta del apóstol san Andrés, subrayó que esta
visita será “signo del profundo vínculo que une las sedes de Roma y de Constantinopla
y del deseo de superar los obstáculos que todavía nos separan”.