Consistorio, Card. Raï: Medio Oriente en el corazón del Papa Francisco
(RV).- (Con audio)
El Papa Francisco
presidió este lunes por la mañana el Consistorio Ordinario Público para la canonización
de los Beatos José Vaz y María Cristina de la Inmaculada Concepción. En el mismo Consistorio
los miembros del Colegio Cardenalicio se confrontaron acerca de la actual situación
de los cristianos en Oriente Medio y el compromiso de la Iglesia por la paz en esta
región con la presencia de los Patriarcas medio orientales. Sobre este tema, nos habla
el cardenal Bechara Boutros Raï, patriarca di Antioquía de los maronitas. La entrevista
es de nuestro colega Paolo Ondarza:
R.- Estamos muy agradecidos al Santo Padre
por esta segunda iniciativa, luego de aquella del encuentro con los nuncios para conocer
la realidad del Medio Oriente, y ahora por el Consistorio. Quiere decir que el Papa
tiene una gran preocupación, ya sea por el Medio Oriente como tal y por la paz, como
también por la presencia cristiana, la cual vive momentos muy cruciales. Y luego estamos
también agradecidos de que él haya invitado a los Patriarcas para participar. Nosotros
estamos preparando una carta, en nombre de los Patriarcas, partiendo desde donde llegaron
con el encuentro de los nuncios. Haremos pues nuestra lectura sobre las expectativas
de la Iglesia y de la comunidad internacional. Yo pienso que el hecho de que el Papa
tenga este interés y esta preocupación, representa un gran consuelo moral para los
cristianos de Medio Oriente, pero también para el País del Medio Oriente, porque todos
tienen necesidad de un apoyo moral. Es un verdadero apoyo moral, pero es también un
verdadero apoyo diplomático, porque la Santa Sede tiene también su rol, su influencia
importante a nivel internacional. Por eso nosotros haremos sentir nuestra voz y luego
mostraremos que todas estas Iglesias del Medio Oriente, ya sea católicas que ortodoxas
forman una sola unidad, una sola voz. También tenemos siempre unos encuentros con
los jefes musulmanes para hablar todos juntos la misma lengua.
P.- Preocupa
siempre más el avance del sediciente Estado islámico. Esto seguramente será un tema
al cual se dedicará particular atención…
R.- Lo que nosotros decimos, hemos
dicho y diremos a los gobiernos y a las comunidades internacionales es que detengan
la acción del agresor. No es posible que en el siglo XXI se vuelva a la ley prehistórica,
donde una organización llega, te desarraiga de tu casa y de tu tierra, dice “tú estás
afuera” y la comunidad internacional mira inerte y neutral. No es posible. Nosotros
denunciamos todo esto y solicitamos la contribución, más que la contribución la acción
de la comunidad internacional. Es necesario detener al agresor. Lo que se necesita,
que lamentamos, que notamos en este periodo de guerra en Medio Oriente, es que muchos
países de Oriente y Occidente apoyan las organizaciones fundamentalistas, terroristas
por intereses propios – políticos, económicos – y apoyan estas organizaciones con
dinero, con armas y políticamente. Esto nos duele tanto verdaderamente. Y nosotros
lo denunciamos y lo hemos denunciado. Pedimos, por lo tanto, a la comunidad internacional
que se asuma sus responsabilidades. Y cuando hablamos de comunidad internacional,
no entendemos algo anónimo, sino las Naciones Unidas, el Consejo de Seguridad, el
Tribunal Internacional Penal. Éstos deben reaccionar, de otra forma ¿a dónde vamos?
Las Naciones Unidas pierden su razón de ser. Esta asamblea de las naciones ha sido
creada para proteger la paz en el mundo y la justicia ¿no? Pero ahora se transforma
en un instrumento en manos de las grandes potencias. No es posible aceptarlo.
P.-
En el Líbano, ¿cómo se vivió el avance del Estado islámico?
Ahora hay una
parte en donde se han infiltrado, en la Becá y por consiguiente el ejército está en
acecho. Pero lamentamos que haya algunas voces a favor. En este periodo de guerra
en Siria, en efecto, los confines entre Siria y Líbano están abiertos y todas estas
organizaciones se encuentran en los confines. Por lo tanto, ni el Líbano ni Siria
pueden protegerse. De todos modos, logramos todavía resistir.