2014-10-03 13:12:35

Educación, acceso al cuidado de la salud y trabajo para todos, no como ‘variable de mercado’, reiteró el Papa


(RV).- (con audio. Actualizado con video) RealAudioMP3 Preocupación por los pobres y la justicia social, impulsar una economía al servicio del hombre, de las familias, del bien común y de la paz que tanto anhela el mundo. Al recibir a los participantes en la plenaria del Pontificio Consejo Justicia y Paz, celebrada en el Vaticano, el Papa Francisco destacó, este jueves, la feliz coincidencia con el quinto aniversario de la Encíclica Caritas in veritate, de su amado predecesor Benedicto XVI, «documento fundamental para la evangelización social», dijo, que «brinda preciosas indicaciones para la presencia de los católicos en la sociedad, en las instituciones, en la economía, en la finanza y en la política».

«’La caridad en la verdad’ llamó la atención sobre los beneficios, pero también sobre los peligros de la globalización, cuando no está orientada hacia el bien de los pueblos», hizo hincapié el Papa Bergoglio y, recordando que el aumento de las desigualdades y de las pobrezas, pone en riesgo la democracia y la paz, señaló - como hizo en su Exhortación Apostólica Evangelii gaudium - «tres instrumentos fundamentales para la inclusión social de los más necesitados: la educación, el acceso al cuidado de la salud y el trabajo para todos» (cfr n. 192).

«En otras palabras, el Estado de derecho social no debe ser desmantelado y en particular el derecho fundamental al trabajo. Éste no puede ser considerar como una variable dependiente de los mercados financieros y monetarios (...) Visiones que pretenden aumentar la rentabilidad a costa de la restricción del mercado de trabajo que crea nuevos excluidos, no se ajustan a una economía al servicio del hombre y del bien común, a una democracia inclusiva y participativa».

El Papa Francisco señaló otro problema que se presenta en la actualidad, es decir los «desequilibrios persistentes entre los sectores económicos, las remuneraciones, los bancos comerciales y los bancos de especulación, entre las instituciones y los problemas globales»:

«Hay que mantener viva la preocupación por los pobres y la justicia social. Ésta exige, por una parte reformas profundas, que prevean la redistribución de la riqueza producida y la universalización de los mercados libres al servicio de las familias. Y, por otra parte, la redistribución de la soberanía, tanto en lo nacional y como en lo supranacional».

Antes de concluir su discurso el Papa Francisco subrayó la importante y amplia actualidad de la Encíclica de Benedicto XVI:

«El principio de la Caritas in veritate es de gran actualidad. Un amor lleno de verdad es, en efecto, la base sobre la cual construir aquella paz que hoy es particularmente anhelada y necesaria para el bien de todos. Permite superar fanatismos peligrosos, conflictos para poseer los recursos, la migraciones de proporciones bíblicas, los flagelos que perduran del hambre y de la pobreza la trata de personas, las injusticias y las desigualdades sociales y económicas, los desequilibrios en el acceso a los bienes colectivos».

(CdM – RV)








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