Profunda gratitud al Papa por su cercanía a los cristianos en Irak
(RV).- (Con audio) Ante el agravamiento
de la trágica situación de los más de cien mil cristianos que intentan huir de la
violencia en Irak, el Cardenal Leonardo Sandri, Prefecto de la Congregación para las
Iglesias Orientales, agradece de corazón al Papa Francisco por su cercanía tan solícita,
expresada una vez más, este jueves, con una declaración del Director de la Oficina
de Prensa de la Santa Sede, Padre Federico Lombardi, en nombre del Pontífice. La
Congregación para las Iglesias Orientales, en su comunicado, «interpretando el inmenso
dolor e indignación de los pastores y de los fieles católicos orientales en todo el
mundo, renueva la más intensa oración al Señor por las poblaciones duramente golpeadas
por barbaries totalmente contrarias a la dignidad humana y la plena solidaridad humana
y cristiana hacia ellos». «Con el anhelo de que el mundo civilizado, las autoridades
públicas y las organizaciones internacionales, ante la extrema gravedad de la situación,
no tarden de poner en marcha las indispensables intervenciones humanitarias de los
ámbitos necesarios para detener, especialmente en Irak y Siria, el éxodo doloroso
y profundamente injusto de los cristianos de las tierras que habitan desde hace dos
mil años. Se trata de acciones contra Dios y contra todo sentido de humanidad», señala
el mismo Comunicado, para luego dirigir una exhortación especial: «En contacto
permanente con SB Sako, Patriarca Caldeo, con la Representación pontificia en Bagdad
y los Obispos locales, la Congregación para las Iglesias Orientales alienta a los
responsables y aquellos que son sensibles a la difícil situación de los cristianos
en Oriente con el fin de que se cumpla con urgencia toda acción indispensable para
aliviar los sufrimientos: ante la falta de agua y de comida, así como de todo tipo
de géneros de primera necesidad, especialmente los niños, los ancianos y los enfermos,
están en la tribulación más insoportable. Se teme, lamentablemente, un epílogo catastrófico
si no se pone fin a la grave inseguridad general, alimentada por la indiferencia de
muchos, denunciada reiteradamente».