(RV).- (Con audio)
Lo que hoy sucede
en Irak y otros lugares, donde las personas que creen en Jesús de Nazaret, si no reniegan
de su fe, son obligadas a emigrar de su tierra, despojadas de sus bienes, separados
de las esposas y las hijas raptadas por fundamentalistas islámicos, en medio del silencio
de quienes si no condenan el exterminio es porque son cómplices; de la indiferencia
de los gobernantes; de la ineptitud de los organismos internacionales que no superan
nunca los intereses de parte; de la acción criminal de los que lucran con la venta
de armas y la trata de personas; todo esto, es como la realidad concreta de la liturgia
de la semana, que se abrió este domingo con la sombra negra de la cruz que atemoriza
a Pedro pescador. Una cruz crudelísima que oscurece la gloria de Dios. Y que se cierne
no solamente sobre Jesús, sino sobre cada uno de sus seguidores, como el único camino
y la única puerta hacia la luz. “El hijo del hombre tiene que padecer mucho, ser condenado
y ejecutado. Pero al tercer día resucitará”, explica Jesús. Y afirma a continuación:
“El que quiera seguirme que tome su cruz y me siga”.
Pero la paradoja de alcanzar
la Vida plena por la muerte en cruz, se realiza ya con Jesús, que -en las lecturas
del Evangelio de esta semana- hace callar a los demonios interiores y los expulsa;
sana a la suegra de Pedro y otros enfermos; transforma a Pedro en “pescador de hombres”;
derrama en el corazón de sus discípulos la alegría del Evangelio; defiende que la
ley es hecha para el hombre y no el hombre para la ley. Porque “El espíritu del Señor”
está sobre Jesús. Dios lo ha enviado “a anunciar la Buena Noticia a los pobres, la
liberación a los cautivos”.
No es la religión del odio que conquista el mundo,
ni el negocio gigante de la guerra y de la trata de personas, lo que libera definitivamente
a la humanidad. Lo que libera y da vida a la humanidad es el Amor. Ese amor que aparece
en la sonrisa de la beata Teresa de Calcuta, el 5 de setiembre; la “Madre” que abrió
sus brazos para sostener con su vida, la cruz de moribundos y niños abandonados de
Calcuta. En la sombra del sufrimiento brilló para ellos la ternura de Dios.
Los
cristianos torturados y masacrados por el autoproclamado estado islámico, son hoy
la carne de Cristo, Hijo de Dios, sufriente entre los sufrientes. Y el Espíritu del
Señor está sobre Jesús, sobre ellos y sobre todo aquel que, como Jesús, ayuda con
el testimonio de su vida a perseverar en la fe, en vez de morirse de terror. Jesús
está con ellos.
Muchos tienen hoy la misma lucha y suerte de Pedro pescador
(RV).-
(Con audio) En varias partes del
orbe, creyentes en Jesús son hoy perseguidos y asesinados. Es verdad que Jesús de
Nazaret es el “Hijo de Dios”, como Pedro pescador confiesa. Pero Jesús no vencerá
con el éxito y la fama, sino con el escandaloso fracaso de la Cruz, de la que Pedro
intenta alejarlo.
Cuando en Cesarea de Filipo, Jesús pregunta ¿qué soy yo para
ustedes? Pedro responde: “El Hijo de Dios vivo”. Pero inmediatamente después, cuando
Jesús explica que el camino y la puerta para él y sus seguidores es la cruz, Pedro
siente miedo y la rechaza. Así, el mismo Pedro que mereció una felicitación de Jesús
por escuchar la inspiración de Dios, es tratado entonces por Jesús de “Satanás”, porque
se deja llevar por pensamientos humanos y no por la inspiración de Dios.
También
nos pasa a vos y a mí. Pensamos y sentimos cosas contrarias y distintas, unas inspiradas
por Dios y otras por el mal espíritu o nuestra humanidad.
Pedro sostiene esta
lucha interior hasta el final. Llora arrepentido por haber negado a Jesús que lo ama
y perdona siempre, pero escapa de la persecución y el martirio. Está ese famoso episodio
en el que Pedro escapa por la Vía Apia, se encuentra con Jesús, le pregunta “dónde
vas” y Jesús le responde: “vuelvo a que me crucifiquen de nuevo”. Pedro entiende,
vuelve sobre sus pasos y lo crucifican como a Jesús, pero aquí, en la plaza del actual
santuario de san Pedro, en Roma.
Con su sangre derramada por Jesús y sus hermanos
de la comunidad cristiana, Pedro confiesa con valentía que el camino y la puerta de
la Vida plena es la cruz de la adoración y del servicio. La adoración a Jesús, Hijo
de Dios y el servicio a su carne herida en los hermanos que sufren; la cruz cotidiana
del morir al egoísmo o el martirio cruento que sufrieron y sufren tantos cristianos.
También Juan Bautista.
¿Puede la Fe ser sólida como una Roca?
(RV).-
(Con audio) Entiendo que no solo
parece sino que es una verdadera paradoja, esto de la fe sólida como una roca, porque
muchos relacionan la fe con debilidad y fragilidad, con impotencia; con la luz vacilante
de una vela y no con el fuego poderoso del sol a mediodía. Y porque cuando decimos
“roca”, nadie piensa en una piedra pequeña sino mas bien en un peñasco grande, granítico,
como las piedras colosales de las Sierras Grandes de Córdoba, en Argentina, con el
cerro “Champaqui”, de 3000 metros de altura, superadas a lomo de mula por la férrea
fe del Cura Brochero, para evangelizar Traslasierra.
Quizá para entender un
poco mejor esto de la fe tan sólida como la roca; una fe maciza, consistente, compacta,
resistente, estable, firme y no como la arena suelta, informe, blanda, maleable, podemos
mirar el edificio construido sobre la roca de la fe de Pedro-piedra, cimentada a su
vez sobre la piedra angular que es Cristo; el gran edificio del santuario de san Pedro
en Roma, recio, pétreo, granítico levantado sobre la tumba de Pedro, que fue crucificado
cabeza abajo, por su fe firme en Jesús de Nazaret, en la plaza delante del Santuario
de san Pedro, donde Papa Francisco preguntó el domingo 24 de agosto:
“¿Cómo
va tu fe? Cada uno responda en su corazón, eh. ¿Cómo va tu fe? ¿Cómo es? ¿Qué encuentra
el Señor en nuestros corazones? ¿Un corazón firme como la piedra o un corazón arenoso,
es decir, dudoso, difidente, incrédulo?”.
“Si el Señor encuentra en nuestro
corazón una fe, no digo perfecta, pero sincera, genuina –explicó el Obispo de Roma-,
entonces Él ve también en nosotros piedras vivas con las cuales construir su comunidad.
De esta comunidad, la piedra fundamental es Cristo, piedra angular y única. Por su
parte, Pedro es piedra, en cuanto fundamento visible de la unidad de la Iglesia; pero
cada bautizado está llamado a ofrecer a Jesús su propia fe, pobre, pero sincera, para
que Él pueda seguir construyendo su Iglesia hoy, en todas partes del mundo”.
“Tu
eres el Hijo de Dios”, confiesa Pedro a Jesús
(RV).- (Con audio) La respuesta de Pedro
a Jesús: “Tu eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo”, el domingo, es la Roca de la fe
que sostiene la oración de la comunidad de discípulos misioneros, que se cuestionan
a su vez: ¿qué respondo yo –con mi vida- a Jesús que pregunta a cada uno “¿quién soy
yo para vos?”.
A la respuesta de Pedro -proclamado “feliz” por el mismo Jesús,
porque es el Espíritu de Dios que habló en su corazón y no la carne, ni la sangre
humanas-, se le suma esa semana la respuesta radical de santos universales como santa
Mónica, el 27 de agosto –patrona de las madres cristianas-, porque lloró y rezo a
Dios largamente por la conversión de su hijo Agustín; la respuesta afectiva y efectiva
del mismo san Agustín a su “Maestro interior exigente, pero siempre dispuesto a ayudarnos”
como él dice, celebrado el 28 de agosto; la respuesta definitiva a Jesús de Nazaret,
de su primo san Juan Bautista, en la celebración de su martirio el 29 de agosto, a
quién Herodes borracho y ablandado por los placeres hace cortar la cabeza por capricho
de su amante Herodías.
La mujer reconquista de modo singular su preciosa dignidad
y espacio esencial, con la belleza, pureza, ternura y caridad en la esposa de Cristo,
madre y hermana de los pobres, la primera santa latinoamericana santa Rosa de Lima,
el 30 de agosto.
Que Pedro apóstol, Mónica, Agustín, Juan Bautista y Rosa,
amados santos de Dios, que vivieron por Cristo, con Cristo, en Cristo, nos ayuden
a vos y a mí a responder a Jesús con la vida entera que él es “el Cristo, el Hijo
de Dios vivo”. A él sea la gloria, el honor, el poder, la majestad, por los siglos
de los siglos.
En Corea, Francisco no se olvida de Irak
(RV).-
(audio) Cautivado, sin duda,
por la piedad y el profundo sentido religioso de los coreanos, corroborado históricamente
por tantos mártires, el Obispo de Roma no se olvida del drama de los cristianos y
minorías de Irak perseguidas hasta el exterminio. "No olvidemos el clamor de los cristianos
y de cuantos sufren persecución en Irak", dice su segundo tweet del 16 de agosto.
“Se me parte el corazón cuando pienso en los niños de Irak. Que la Virgen María, nuestra
Madre, los proteja”, tuiteó el viernes 15 en su cuenta @Pontifex. Y el 14: “María,
Reina de la paz, ayúdanos a erradicar el odio y a vivir en armonía”.
En tanto,
el cardenal Filoni, su enviado personal a la zona, refirió el 15 de agosto en Duhok,
que visitó a las comunidades de refugiados de Amadya, Zakho y Duhok. Llevó la ayuda
económica del Papa a los jefes de la comunidad Yezidi en el templo de Lalish. Escuchó
testimonios terribles y la súplica a los responsables de las naciones de que pongan
fin al “genocidio” de su pueblo. “Somos violados en nuestra dignidad, humillados como
hombres, destruidos como comunidad. No tenemos más nuestras esposas, hijas y madres,
¿qué nos queda todavía aquí?”.
El Cardenal Filoni, asegura a las víctimas de
esta tragedia terrible, que el Papa no defiende solamente a los cristianos sino también
a todas las minorías violadas en sus derechos por los terroristas y que le referirá
a Francisco sus voces y gritos de dolor. Repite también las palabras del Presidente
de la Región Autónoma del Kurdistán que afirma: “en este País o vivimos todos juntos
o morimos todos juntos".
En el centro parroquial de Komane se hospedan 28 familias
de Qaraqosh y Algosh. Cuarenta familias se refugian en una escuela, donde nació una
niña cuyos padres perdieron todo. Antes de dejar este campo de refugiados llegaron
algunos jóvenes hambrientos, destruidos, únicos sobrevivientes de 200 personas que
fueron raptadas por los terroristas en feroz persecución especialmente en la zona
de Sinjar. Después de la misa que celebró en Duhok, Filone encontró al sacerdote
Gaswan que en la zona del frente militar kurdo celebró misa para 150 personas que
se quedaron para defender el templo y sus casas de familia. Hoy el enviado personal
del Papa está visitando los refugiados de Zakho y de Manghes.
Hay
futuro para los cristianos de Irak, Medio Oriente, Tierra Santa
(RV).-
(con audio) Solamente la fe puede
imaginar, proyectar, esperar un futuro para personas, familias, pueblos que hoy son
masacrados por la locura del negocio de las armas y del fundamentalismo religioso
completamente fuera de control. Por eso, que “hay un futuro” para estos cristianos
en dificilísima situación de persecución, fuga, asesinato, lo dijo el cardenal Filoni,
enviado personal del Papa a Irak.
Por su parte Francisco manifestó; “nos dejan
pasmados y consternados las noticias que llegan de Irak: miles de personas, entre
ellos tantos cristianos, expulsados de sus hogares de una manera brutal; niños que
mueren de sed y de hambre durante la fuga; mujeres secuestradas; personas masacradas;
violencias de todo tipo; destrucción por todas partes, de casas, de patrimonios religiosos,
históricos y culturales. ¡Todo esto ofende gravemente a Dios y a la humanidad. ¡No
se odia en nombre de Dios! ¡No se hace la guerra en nombre de Dios! Agradezco a los
que, con valentía, están brindando socorro a estos hermanos y hermanas, y confío en
que una solución política eficaz a nivel internacional y local pueda detener estos
crímenes y restaurar el derecho”.
Junto a esta denuncia y clamoroso llamado
frente a tanta locura, el Obispo de Roma invita a los cristianos a rezar por estos
hermanos nuestros: “Oremos juntos al Dios de la paz…” por intercesión de la Virgen,
insistió este domingo el Papa. Sí, porque si solamente la fe, puede imaginar, proyectar,
esperar un futuro para estos cristianos, esto depende de nuestra cercanía espiritual
y caritativa con ellos, que en este momento nos dan el mayor testimonio de fe que
pueden darnos, porque son perseguidos y asesinados, martirizados porque creen que
Jesús de Nazaret es el Hijo de Dios. Son nuestros hermanos valientes. Son parte de
nuestra familia, aunque están lejos.
De los 9 tweet sobre Irak, enviados por
Francisco entre el 8 y el 10 de agosto, uno del domingo pasado dice: «Las personas
despojadas de sus casas en Irak dependen de nosotros. Los invito a rezar y, quien
pueda, a ofrecer una ayuda concreta».
Un niño generoso dio a Jesús todo
lo que tenía para que hiciera el milagro (RV).- (con audio) Era un niño el que
tenía los cinco panes y los dos pescados que llegaron a las manos de Jesús cuando
dio de comer a unos cinco mil hombres sin contar las mujeres y los niños. Lo habían
descubierto los apóstoles cuando indagaron entre la multitud en aquel lugar desierto
donde estaban, antes de sugerirle a Jesús que despidiera a la gente para que fueran
a comprarse comida. La respuesta de Jesús fue tajante: “No hace falta que se vayan.
Denles ustedes mismos de comer”. Pero al milagro de la multiplicación de los panes
no lo hicieron los discípulos. Lo único que hicieron los discípulos fue poner en
manos de Jesús la comida que compartió el niño, y después ayudar a Jesús a compartirla
con la multitud. ¿Alguno de ellos se habrá guardado un pan en el bolsillo por las
dudas no alcanzara realmente para todos?
¿Qué es para vos “compartir”? ¿es
solamente un clic posible en Facebook?
Papa Francisco el domingo 3 de agosto
afirmó que: “Es útil comparar la reacción de los discípulos frente a la gente cansada
y hambrienta, con la de Jesús. Son diferentes. Los discípulos piensan que es mejor
despedirlos, para que puedan ir a buscarse la comida. En cambio, Jesús dice: “denles
de comer ustedes mismos”. Dos reacciones diferentes, que reflejan dos lógicas opuestas:
los discípulos razonan de acuerdo con el mundo, por lo que cada uno debe pensar en
sí mismo; reaccionan como si dijeran: “arréglenselas solos”. Jesús razona en cambio
de acuerdo a la lógica de Dios, que es aquella del compartir. ¡Cuántas veces nosotros
nos damos vuelta hacia otro lado con tal de no ver a los hermanos necesitados! Y esto,
mirar hacia otro lado, es un modo educado de decir con guantes blancos: “arréglenselas
solos”. Y esto no es de Jesús: esto es egoísmo. Si Él hubiera despedido a la gente,
muchas personas se habrían quedado sin comer. En cambio, aquellos pocos panes y pescados,
compartidos y bendecidos por Dios, fueron suficientes para todos. Pero ¡atención!
–expreso el Obispo de Roma-, no es una magia, ¡es un “signo”! Un signo que invita
a tener fe en Dios, el Padre providente, que no nos hace faltar “el pan nuestro de
cada día”, si nosotros sabemos compartirlo como hermanos” (extracto reflexión Ángelus
030814).
El Gran Negocio del Diablo
(RV).- (Con audio)
La historia continúa
cargándose de muertos y heridos por miles y de tantos niños huérfanos que juegan entre
ruinas de hogares, escuelas, hospitales y edificios abandonados por el miedo, porque
hay gente que lucra con la guerra.
En Medio Oriente las “treguas” sirven para
reproyectar tácticas y estrategias que den mayor potencia letal y destructiva a las
armas. Y no para pensar que también ésta es una “masacre inútil”, como recordó Francisco
Papa de la primera Guerra Mundial, y como son todas estas peleas: “masacres inútiles”. Treguas
que no son para detener definitivamente la muerte de inocentes y resolver diplomáticamente
la contienda, porque detrás está la gente que quiere la guerra, que necesita que haya
guerra, que alimenta la guerra con título y traje diplomático.
Otra “cortina
de humo” más es la noticia de la entrada de expertos en la zona del avión malasino
abatido, porque los de Inteligencia ya sabían de antes quien es el responsable y quien
es el que gana con la guerra constante y en todas partes.
El objetivo es que
no haya paz, que haya guerra. Además de los que empuñan las armas con la fuerza asesina
y destructiva del odio, para gozar enfermamente el poder de sembrar el miedo, la confusión,
están los más grandes terroristas, que poseídos y dominados por el espíritu de codicia,
lucran inescrupulosamente con la guerra considerándose dueños de la vida de otros
seres humanos. “No matarás”, dice el mandamiento.
Conocemos el viejo dicho
que afirma que “a las armas las carga el diablo”. Deberíamos agregar que antes de
cargar las armas para que reine el genocidio y la destrucción, el demonio posee el
corazón de algunos y los domina con la infección del espíritu de codicia.
El
Obispo de Roma insistió una vez más: "Les suplico que se detengan. Se los pido con
todo mi corazón". Y continúa exhortando a la oración de todos por la paz. Jesús
que dice: “No se puede servir a Dios y al dinero”, dice también: “Felices los que
trabajan por la paz”.
¿De qué lado estoy?, ¿De que lado estás?
Ignacio
de Loyola peregrina para conocer a Jesús, amarlo más, seguirlo y servirlo mejor en
su Iglesia
(RV).- (Con audio) De Loyola a Roma para
las misiones del Papa, pasando por las huellas de Jesús en Tierra Santa y por París
para estudiar, el itinerario de “el peregrino”, se funda en dos intenciones fundamentales.
Una
primera intención es el “conocimiento interno del Señor que por mi se ha hecho hombre,
para que más lo ame y lo siga”. (Es la petición que más se repite en los Ejercicios
Espirituales).
Su peregrinación es el triunfo en su corazón de la alegría del
Evangelio -que experimenta con la contemplación de la vida de Cristo y de los santos-.
Una alegría que perdura, frente al entusiasmo que siente con sus proyectos y fantasías
mundanas y vanas, pero que le dura poco y lo deja triste y vacío.
El conocimiento
de Cristo y sus efectos, como la consolación, el gozo, la alegría interior que ocupan
ahora su alma -libre de todas las especias de pecado que antes tenía-, son la fuerza
nueva de Ignacio peregrino, su motor rectificado, su mente y su corazón “reseteados”.
Con esta intención se pone en camino a tras las huellas de Jesús y se hace
peregrino en Tierra Santa; los lugares que Jesús pisó, donde rezó, predicó, curó y
resucitó la fe, la esperanza, el amor en el corazón de los pobres y humildes.
La
segunda intención viene de aquello a que lo mueve el amor, la imitación, el seguimiento
de Cristo -porque Jesús pasó haciendo el bien-, es “ayudar a las almas”. Los sentimientos
de compasión, amor, ternura, del corazón del Señor lo mueven a discernir -con Jesús
y su Iglesia como centro- cuál es la mejor manera de ayudar a las almas.
Así,
la contemplación para conocer más a Jesús para amarlo más y servirlo mejor, con la
fuerza de la alegría del Evangelio, se transforma en la búsqueda y el encuentro del
querer mismo de Dios en la propia vida sobre el modo mejor de ayudar a las almas.
Y va quedando de lado la complacencia en el propio amor, querer e interés, que nos
deja vacíos y tristes.
Esta intención de Ignacio de Loyola de ayudar a las
almas del mejor modo posible, es el criterio para decidir primero estudiar en parís
y después, para unirse con los primeros compañeros en Roma, con los que funda la Compañía
de Jesús y se ofrece al Papa para ir donde él quiera enviarlos como Vicario de Cristo
y Sucesor de Pedro. San Ignacio de Loyola Ruega por nosotros.
Caminar
en Presencia de Jesús pidió Francisco en oración con su amigo Pentecostal Traettino
(RV).-
(Con audio) La búsqueda sincera
y honesta del encuentro transformador con Jesús a través de la oración con la Palabra
de Dios, emergió esencial en la devolución de la visita de Francisco al pastor Traettino.
Cuatro
testimonios valientes sobre lo que el Espíritu puede obrar en los que rezan con la
Biblia, resonaron dentro del templo en construcción, que en su interior ya confiesa
con grandes letras rojas: Jesús es el Señor.
“Algunos se asombraran de que
el Papa visite a los Evangélicos –expreso Francisco–, pero vine a buscar a hermanos
que primero me visitaron a mi”.
Más de 200 personas, entre fieles y pastores
pentecostales venidos de diversos lugares y también de Argentina –donde Bergoglio
y Traettino se conocieron en encuentros de oración–, participaron activamente con
cantos de gratitud y alabanza; con fuertes aplausos y asintiendo con su “Amén” personal
y en voz alta, las expresiones de fe y amor al Señor de los que hablaban.
No
se trata ciertamente de una de las tantas sectas de proselitismo agresivo y anticatólico
que pululan en Latinoamérica; ni de las llamadas iglesias que tomando el nombre de
Dios en vano, roban a la gente pobre ofreciéndoles la prosperidad económica y la salud
física como bendiciones de Dios. Estos “evangélicos” son personas honestas y sinceras
que reconocen sus límites, sus miserias; que buscan salir del pecado y rechazar el
mal con la fuerza del Espíritu Santo que actúa en los corazones, transformando y haciendo
nacer a una vida nueva.
“Usted conoce bien el tema de la Encarnación –dijo
Traettino a Francisco– porque no ha enviado un mensajero o un mensaje sino que ha
venido para estar con nosotros”. Francisco retomó la idea afirmando que “nos hace
bien tocar la carne del hermano necesitado, porque Jesús es el Verbo que se ha hecho
carne”.
Para ser peregrino de Dios, Ignacio de Loyola se libera de las
cadenas de apegos y dependencias (3)
(RV).- (Con audio) Aunque se inicie
por hilos sutiles de ilusión vana, las dependencias, los apegos, los afectos desordenados
terminan dominándome y dominándote con la fuerza opresiva de gruesas cadenas. Así
se descubre y reconoce espiritualmente Ignacio de Loyola: prisionero de redes y cadenas
y como desterrado entre feroces animales.
Había sido una marioneta perniciosa.
Pero con el conocimiento de Jesucristo, la oración, la contemplación, los sacramentos
de la Iglesia, Dios nuestro Señor lo ayuda a descubrir los engaños del mal espíritu
para seducirlo, confundirlo, enredarlo, encadenarlo y liberarse.
Con vergüenza
y confusión de si mismo, viendo cuántos han sido dañados por el mal y que merecería
ser condenado por sus tantos pecados, Ignacio de Loyola contempla a Cristo nuestro
Señor delante puesto en cruz y considera “cómo de Creador vino a hacerse hombre y
de vida eterna a muerte temporal y a sí a morir por sus pecados”.
La gratitud
y alegría inmensa por la liberación que el amor de Dios le ofrece con el perdón de
los pecados, mueve al santo de Loyola a preguntarse frente a Jesús que hace tanto
por él: Y yo ¿que hice, que hago, que haré por Cristo?
Liberado, pero atento
a las redes y cadenas del mal y trabajando para ayudar a otros a liberarse, Ignacio
de Loyola continúa su peregrinación física y espiritual, por el camino del conocimiento
de Cristo para amarlo más y seguirlo mejor en su Iglesia.
El Tesoro
es Mío
(RV).- (Con audio) ¿En qué invertís
tu vida, tu tiempo más importante, tus fuerzas? ¿Buscas lo máximo que podes alcanzar
o te conformas y te instalas en el poquito de seguridad y comodidad que se te esfuma
y se escurre con el agua?
Hay una sed existencial; como un vació interior que
nos mueve a buscar lo más grande, lo mejor, lo más optimo a nuestra capacidad. “Capax
Dei” es una fórmula teológica. El hombre es capaz de Dios. Y hay varias imágenes bíblicas
de esto. San Pablo compara a la persona humana con una vasija de barro: “llevamos
un tesoro en vasijas de barro”. El lo dice hablando de la fragilidad de ese cacharro
de barro que somos. Pero la vasija de barro es un recipiente hecho para contener y
por más bello o fuerte que sea el cacharro, siempre lo más importante es el contenido,
no el continente.
El Génesis refiere que después de amasar al hombre del barro
de la tierra, Dios sopló en él el aliento de Vida. Lo lleno de su Espíritu. Con el
pecado el hombre se vacía del Espíritu de Dios y se llena de egoísmo, de ídolos, de
dependencias y adicciones, de efímeras vanidades que se esfuman; se llena con el vacío
de la muerte.
¿Qué hay dentro del cacharro de barro de tu vida?
Jesús
en el Evangelio nos habla del Reino de Dios, de su Vida plena de resucitado, como
de un tesoro escondido que un hombre descubre en un campo. Va vende todo lo que tiene
y compra el campo, para quedarse con el tesoro.
Del Evangelio según san Mateo
capítulo 13, 44-52
“El Reino de los Cielos se parece a un tesoro escondido
en un campo; un hombre lo encuentra, lo vuelve a esconder, y lleno de alegría, vende
todo lo que posee y compra el campo. El Reino de los Cielos se parece también a un
negociante que se dedicaba a buscar perlas finas; y al encontrar una de gran valor,
fue a vender todo lo que tenía y la compró. El Reino de los Cielos se parece también
a una red que se echa al mar y recoge toda clase de peces. Cuando está llena, los
pescadores la sacan a la orilla y, sentándose, recogen lo bueno en canastas y tiran
lo que no sirve. Así sucederá al fin del mundo: vendrán los ángeles y separarán a
los malos de entre los justos, para arrojarlos en el horno ardiente. Allí habrá llanto
y rechinar de dientes…”.
Este barro que somos es corruptible, efímero, se
descompone, tiene fecha de vencimiento y la muerte trabaja como un virus invisible
y letal, que nos destruye si no buscamos y encontramos y nos llenamos del tesoro de
la Vida plena y verdadera de Cristo, que nos cura del mal y vivifica.
Pido
al Señor para mí y los míos; para cada uno de la Audiencia, por intercesión de los
grandes buscadores de Dios que son los santos -como el peregrino Ignacio de Loyola-,
que no perdamos nunca el deseo de buscar lo mejor, lo más grande, lo más importante
que Dios nos ha destinado, porque somos creados capaces de Dios.
Que no se
apague nuestra sed hasta que Dios nos colme con la Vida plena que Jesús resucitado
ofrece. Que no nos conformemos con vanidades efímeras ni nos instalemos en el poquito
de seguridad o de comodidad que encontramos; en el frágil afecto de alguno; en algún
aplauso, en alguna complacencia, en alguna golosina existencial.
Señor que
no nos cansemos de buscar el tesoro para el somos creados, aunque tengamos que vender
todo, trabajar duro, luchar hasta dar la vida, sacrificarnos hasta la muerte, para
encontrar el tesoro. Que invirtamos toda nuestra capacidad, nuestras fuerzas, nuestra
vida entera en la búsqueda del tesoro de la Vida plena.
Peregrino a Tierra
SantaIgnacio de Loyola pide ayuda a la Virgen en sus santuarios (2)
(RV).-
(Con audio) Camino a Tierra Santa
para poder contemplar mejor lo que refiere el Evangelio sobre Jesús de Nazaret, Ignacio
de Loyola reza en los santuarios de la Virgen. María de Nazaret está siempre en su
corazón.
Todavía convaleciente en Loyola, Ignacio refiere: "Vi claramente una
imagen de nuestra Señora con el santo Niño Jesús, con cuya vista, que duró largo rato,
recibí una consolación muy excesiva, quedando con tanto asco de mi vida pasada especialmente
de las cosas carnales que me parecía habérseme quitado del alma todas las imágenes
que antes tenía pintadas en ella".
Sin haberse terminado de curar la pierna
que le quedó mas corta, parte en mula al santuario de Montserrat y hace una vigilia
en el santuario de Aranzazu y ante una imagen de la Virgen María hace voto de castidad. Después,
por el camino conversa sobre María de Nazaret con un moro que expresa dudas sobre
la virginidad de María y san Ignacio cuenta: "me venían ganas de ir a buscar al moro
–después que se había adelanta- y darle de puñaladas por lo que había dicho". Sin
saber que hacer deja las riendas sueltas y la mula elige otro camino.
En el
santuario de Monserrat se confiesa y reza largamente. Deja en el altar de la virgen
sus armas de caballero y intercambia con un mendigo sus vestidos.
En el libro
de los Ejercicios Espirituales, en meditaciones muy importantes, pone a María como
intercesora ante su hijo Jesús para conseguir las gracias deseadas. Y, propone con
ternura las contemplaciones de la Anunciación, el Nacimiento, las consideraciones
sobre la soledad de María después de la crucifixión y la aparición de Jesús resucitado
a su madre.
En París, el 15 de agosto, día de la Asunción de la Virgen es el
día elegido para los votos de consagración del primer grupo de compañeros.
El
Peregrino Ignacio de Loyola (1)
(RV).- (Con audio) Así se define y apoda
él mismo: “el peregrino”. Este santo que, como patrono universal de los ejercicios
espirituales, ofrece a la Iglesia toda desde el 1500, un itinerario espiritual completo
con el que millones de personas se han encontrado con Jesús en su Iglesia, para amarlo
y servirlo mejor, rezaba y hace rezar al inicio de cada tiempo de oración:
“Que
todas mis intenciones acciones y operaciones estén puramente ordenadas en servicio
y alabanza de Dios”.
Ignacio De Loyola no es un vagabundo. Es un peregrino
porque tiene un objetivo, un sentido preciso para su vida: el servicio y alabanza
de Dios.
Intenciones, acciones y operaciones, todo su ser ordenado a Dios,
en peregrinación física y espiritual. Y este espíritu, esta comprensión y visión clara
del sentido de su vida lo ayuda a desatarse, liberarse de las ataduras, apegos, afectos
desordenados, para salir del yo mío para mi conmigo del egoísmo y poder ir a Dios
y al hermano.
No había biblias pero si escritos sobre la Vida de Cristo y de
los Santos y esto le “resetea” la cabeza y el corazón a Ignacio de Loyola, que en
su convalecencia de la herida de guerra. Y empieza a ver, a pensar y sentir distinto:
la vida de Cristo y de los santos es realmente verdadera y plena. Su vida no puede
continuar sustentándose con la inconsistencia de su fantasía y de sus proyectos mundanos
y vanos. Y se pone en camino tras las huellas de Jesús, pidiendo el amparo de la Virgen
en cada uno de los santuarios por los que pasa en su peregrinación a Tierra Santa. ¿Tus
intenciones, acciones, operaciones hacia dónde están ordenadas), ¿Sos un vagabundo
o un peregrino?
Rostro del Alma y de Dios enamorado; Prostitución y
gozo del Amor
(RV).- (Audio) El libro del Cantar
de los Cantares describe el amor apasionado de una mujer que en la noche busca al
amor de su alma en la cama. Y como no lo encuentra sale a buscarlo por la ciudad en
calles y plazas hasta que lo encuentra.
Se trata del amor ardiente de dos enamorados
que se necesitan y buscan mutuamente y no pueden vivir separados.
Este libro
de la Biblia representa al mismo Dios que nos busca enamorado como un esposo amante
y al alma humana sedienta de este esposo divino amante.
María Magdalena -discípula
de Jesús-, le pone rostro particular a esta esposa enamorada. Ella lo sigue por el
camino que atraviesa el calvario, permanece fiel junto a la cruz, y es la primera
en anunciar que el amor de Jesús es más fuerte que la misma muerte.
La búsqueda
de María de Magdala, en la actual Tierra Santa, es una sed afiebrada que primero equivoca
la fuente del amor y el gozo -como también le sucedió a la samaritana que había tenido
cinco maridos- hasta que encuentra a Jesús que la defiende de la muerte a pedradas
y sacia su sed de gozo en el amor, con su perdón misericordioso hasta el extremo y
pronunciando su nombre propio, recién resucitado.
Otro libro de la Biblia describe
el amor loco de Dios por el alma de su pueblo, como el enamorado de una prostituta
que rescata del abandono, la limpia de su inmundicia y viste y adorna su desnudez
con hermosos vestidos y preciosas joyas. Porque ya en el Viejo Testamento la imagen
del pecado es la infidelidad; la prostitución, como abandono del Dios Amor enamorado,
para ir detrás de los ídolos y falsos dioses.
Así, el alma tuya y mía; de la
comunidad, del Pueblo, con esta sed del Dios locamente enamorado y amante -que ama
con un amor que no puede ser destruido por nada-, tienen el rostro de esta mujer
apasionada, del Cantar de los Cantares, y de la María Magdalena, que pasa de la prostitución
al gozo del amor pleno, gracias a Jesucristo que me busca y te busca también a vos
y a mi, a la comunidad, a su Pueblo, para darnos la Vida plena; el gozo sin fin del
Amor.
Dice el cantar de los cantares en el capitulo 3: “En mi lecho, durante
la noche, busqué al amado de mi alma. ¡Lo busqué y no lo encontré! Me levantaré y
recorreré la ciudad; por las calles y las plazas, buscaré al amado de mi alma. ¡Lo
busqué y no lo encontré! Me encontraron los centinelas que hacen la ronda por la ciudad:
«¿Han visto al amado de mi alma?». Apenas los había pasado, encontré al amado de
mi alma”.
(Cantar de los cantares 3,1-4)
El profeta Ezequiel
escribe un oráculo del Señor: “En medio de todas tus abominaciones y prostituciones,
no te acordaste de los días de tu juventud… Yo pasé junto a ti y te vi. Era tu tiempo,
el tiempo del amor… hice una alianza contigo y tú fuiste mía. Yo te lavé con agua,
limpié la sangre que te cubría y te perfumé con óleo. Te puse un vestido bordado…
Te adorné con joyas… Llegaste a ser extraordinariamente hermosa… porque tu belleza
era perfecta gracias al esplendor con que yo te había adornado. Pero tú te preciaste
de tu hermosura y te aprovechaste de tu fama para prostituirte; te entregaste sin
pudor a todo el que pasaba y fuiste suya. Tomaste a tus hijos y a tus hijas, los que
tú habías engendrado para mí, y los sacrificaste a esos ídolos como alimento. ¿Acaso
no te bastaba con prostituirte, que también inmolaste a mis hijos y los entregaste,
haciéndolos pasar por el fuego en honor de ellas? (Cfr. Ezequiel 16).
Mi
alma está sedienta de ti, Señor; en ti está la Fuente de la Vida
(RV).-
(Con audio) La liturgia de la
XVI semana del Tiempo Ordinario nos abreva con la imagen de la sed y la fuente, el
martes y jueves, en las antífonas de los salmos 62 y 35.
No es la sed física
sino la sed existencial, que solo sacia el agua viva del Corazón de Cristo. Es Él
la fuente inagotable de Vida plena que sacia nuestra sed más honda. Y a su vez, transforma
al discípulo misionero en fuente viva para otros sedientos.
Por eso en el Evangelio
del lunes, no son los milagros los que hacen crecer la fe, sino la disposición interior
al Encuentro con Jesús; el entrenamiento de la capacidad de Dios; el discernimiento
de la sed interior; la perseverancia en la búsqueda de Dios.
Llena de sed
y dispuesta a ser saciada, María Magdalena, que celebramos el 22 de julio, equivocó
la fuente -como muchas veces nos sucede a vos y a mí-. Pero la Magdalena se dejó
encontrar por Jesús y perseveró fiel por el camino penitente del calvario, hasta la
cruz, donde se abrió la fuente en la boca del Corazón traspasado de Cristo y brotó
la sangre y el agua de Vida plena. Y es María Magdalena la primera en dar la noticia
a los discípulos de que esta fuente no puede ser contaminada por la corrupción; de
la victoria sobre la muerte. Jesús resucitado les confirma que no han equivocado la
fuente.
El viernes 25 de julio celebramos a Santiago apóstol, uno de los primeros
que responde al llamado de Jesús. Miles de peregrinos llegan por el Camino de Santiago,
a la Fuente de Vida plena que es Cristo, en Santiago de Compostela, España.
El
26 de julio, celebramos a los santos Joaquín y Ana, abuelos de Jesús, padres de María
de Nazaret, la Madre del Hijo de Dios, que en la cruz la hizo madre de todos los sedientos
que encuentran en Jesucristo la Fuente que los sacia. Señor, que aprendamos de
María Magdalena, de Santiago apóstol, de los santos Joaquín y Ana; de los abuelos
y ancianos, el discernimiento de la sed, para buscar solo en Jesucristo la Fuente
inagotable de Vida verdadera y plena. Amén. "Trigo limpio" y "Yerba mala", explica
Jesús
(RV).- (Con audio) Dos sembradores echaron
dos semillas distintas en el campo. Uno a la luz del día y el enemigo a escondidas.
El trigo y la cizaña, con los dos sembradores en la tierra del corazón humano, es
la imagen que nos ofrece el mismo Jesús en la liturgia del XVI domingo del tiempo
ordinario del ciclo A.
Jesús nos pone ante los ojos dos especies gramíneas
semejantes tanto en las hojas como en la espiga. Podemos confundirlas sino las conocemos
bien. La cizaña dañina como el egoísmo soberbio. Y el trigo generoso que se humilla
y sacrifica en la molienda para ser pan esencial primero. Y después -en las manos
de Jesús-, Pan de amor y Vida plena.
Jesús explica lo que nos pasa por dentro
a vos y a mí. Porque “no todo lo que brilla es oro”, ni todo lo que crece en el campo
o dentro de nosotros siempre “es trigo limpio”. Vos y yo a veces nos encandilamos
y seguimos sólo espejismos de Vida plena, que terminan siendo venenosos como harina
de cizaña.
En el campo hay antagonismo entre el trigo generoso y la cizaña,
hierba mala que perjudica los sembrados. Dentro de cada uno hay una lucha espiritual,
a no ser que el egoísmo haya ganado ya todo el terreno. Por una parte esta la semilla
del amor grande e interminable, que Dios siembra en nosotros. Por otra la semilla
del egoísmo ávido, mezquino, agresivo. Jesús refiere que a la cizaña “la sembró el
enemigo”. Es la semilla sembrada y alimentada por el espíritu del mal.
En el
relato de Jesús, la pregunta de los servidores es si deben cortar la cizaña inmediatamente.
El dueño del campo responde que hay que esperar a que se distingan bien, para recién
recoger el trigo en los graneros y prender fuego a la cizaña.
Si el tema es
“distinguir bien”, se trata del don esencial del discernimiento espiritual.Con el discernimiento ejercitamos la libertad, buscando conocer si lo que sentimos
y pensamos es inspiración de Dios o del espíritu del mal, para elegir y decidir con
voluntad firme, aceptar, recibir con alegría y gratitud las inspiraciones de Dios
y rechazar con determinación lo que se aparta de su proyecto de amor.
¿Qué
dejo crecer en mi interior: inspiraciones de amor, perdón, reconciliación, encuentro…
o los caprichos del egoísmo mezquino, soberbio, dañino que alimenta el espíritu del
mal?
El tiempo de vida terrena es la oportunidad que Dios nos da para invertirla
en buscar la Vida plena y hay que poner en juego el don del discernimiento para cegar
a tiempo la semilla dañina del egoísmo y aceptar las inspiraciones de Dios en la tierra
buena del corazón, y ayudarla a crecer para que de frutos buenos de adoración y caridad.
La
buena semilla, es la Palabra de Dios, el Verbo que se hace carne, Jesucristo –trigo
limpio- que se hace pan en la Eucaristía, para sembrarse domingo tras domingo en el
corazón de cada uno de la comunidad.
En la comunidad, en la familia ¿soy trigo
limpio o siembro cizaña?
Señor que sepa distinguir el trigo limpio de tu Presencia
eucaristía que me alimenta para la Vida plena, del egoísmo placentero pero que me
desangra. Del Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo según san Mateo capitulo
13
Jesús les propuso otra parábola: «El Reino de los Cielos se parece a un
hombre que sembró buena semilla en su campo; pero mientras todos dormían vino su enemigo,
sembró cizaña en medio del trigo y se fue. Cuando creció el trigo y aparecieron las
espigas, también apareció la cizaña. Los peones fueron a ver entonces al propietario
y le dijeron: «Señor, ¿no habías sembrado buena semilla en tu campo? ¿Cómo es que
ahora hay cizaña en él? El les respondió: «Esto lo ha hecho algún enemigo». Los peones
replicaron: «¿Quieres que vayamos a arrancarla?». «No, les dijo el dueño, porque al
arrancar la cizaña, corren el peligro de arrancar también el trigo. Dejen que crezcan
juntos hasta la cosecha, y entonces diré a los cosechadores: Arranquen primero la
cizaña y átenla en manojos para quemarla, y luego recojan el trigo en mi granero».
…
Entonces, dejando a la multitud, Jesús regresó a la casa; sus discípulos
se acercaron y le dijeron: «Explícanos la parábola de la cizaña en el campo». El les
respondió: «El que siembra la buena semilla es el Hijo del hombre; el campo es el
mundo; la buena semilla son los que pertenecen al Reino; la cizaña son los que pertenecen
al Maligno, y el enemigo que la siembra es el demonio; la cosecha es el fin del mundo
y los cosechadores son los ángeles. Así como se arranca la cizaña y se la quema en
el fuego, de la misma manera sucederá al fin del mundo.
El Hijo del hombre
enviará a sus ángeles, y estos quitarán de su Reino todos los escándalos y a los que
hicieron el mal, y los arrojarán en el horno ardiente: allí habrá llanto y rechinar
de dientes. Entonces los justos resplandecerán como el sol en el Reino de su Padre.
¡El que tenga oídos, que oiga!
Los “ataques quirúrgicos” no rompen la
espiral de odio y violencia
(RV).- (Con audio) Hablan hoy en la guerra
de “ataques quirúrgicos”, para hacer creer que gracias a la tecnología se puede hoy
alcanzar el objetivo con tal precisión que no habría víctimas, ni muertos, ni heridos.
Pero
¡¿cuantos son ya los muertos?!
Les dejo a ustedes informarse sobre esta cuenta,
pero no nos olvidemos que la mayoría de los heridos no tienen posibilidades de la
más mínima asistencia y menos todavía de la asistencia “quirúrgica” para sobrevivir.
Además,
estos nuevos “guerreros de guantes blancos” -porque no se manchan ellos con sangre-,
son atentísimos, porque te avisan antes con un mail que tu casa explotará en pedazos
y 1 minuto antes de que explote te dan otro preaviso para que tengas oportunidad de
salir. ¡Es increíble!
Pero ¿a cuántos miles de kilómetros de mi está la guerra?
Sí,
es posible que no me toque ni a mí ni a vos uno de estos robotitos teledirigidos
pequeñísimos pero con tanta potencia asesina. Y por eso esta violencia masacradora,
esta hemorragia y agonía interminable, no nos tocan.
Ojala pueda ver y sentir
que ese otro muerto o herido agonizante o sin atención es una persona humana como
yo y como vos; igual, con los mismos derechos y obligaciones, con los mismos sueños,
esperanzas y penas, con el mismo anhelo de paz. Y que, aunque esté lejos, me conmueva,
me despierte del sopor del bienestar, me desanestesie y haga algo por ese hermano
mío que sufre.
El domingo 13 de julio el obispo de Roma volvió a insistir sobre
la oración por la paz en Tierra Santa. Pidió “no escatimar oraciones y esfuerzos para
que cese toda hostilidad en Tierra Santa”.
¿Estoy, estás haciendo todo lo que
podemos por los que sufren la guerra en Tierra Santa?
Papa Francisco dijo que:
“La oración nos ayuda a no dejarnos vencer por el mal ni a resignarnos a que la violencia
y el odio predominen sobre el diálogo y la reconciliación”.
Encuentro
de los hijos con la Madre del alma (RV).- (Con audio) Sí, como en el encuentro
del hijo o la hija con la madre. Llegamos a la casa de la madre querida desde lejos
y después de algún tiempo. La casa toda de la madre es como una continuidad del regazo
materno. Pero la madre sabe que llegamos y, si puede, sale a recibirnos. El hijo se
emociona cuando la ve en la puerta de la casa. Ríe, llora, corre hacia ella que salió
a recibirlo. En muchos casos la madre sale a la puerta con el hijo pequeño en brazos.
Con un brazo sostiene al pequeño y con el otro ofrece el abrazo al hijo, a la hija
que regresa, o un vaso de agua o un pedazo de pan.
Pasa lo mismo cuando sale
la imagen que representa a la madre de Dios en su advocación del Carmen, en la Vía
de la conciliación que desemboca en el Santuario de San Pedro, en Roma, en la Parroquia
de Santa María en Traspontina, que atienden los padres carmelitas.
Llegamos
al caer de la tarde, algunos desde lejos. Y nos amontonamos frente a la puerta esperando
en silencio. Y cuando la imagen de la madre Dios sale, la gente se emociona, llora,
aplaude, reza. Ya con la mirada queremos entregarle el corazón.
Esta imagen
de la Virgen que vemos salir a la puerta, trae en su brazo izquierdo al niño Jesús
pequeño. En la otra mano ofrece el escapulario que es más que un abrazo, porque de
hecho el escapulario de los carmelitas es como un poncho que nos protege y libra de
la intemperie del mal, en el que muchas veces nosotros mismo nos metemos.
Pero
hoy no. Hoy rezamos. Nos ponemos en el regazo de la Virgen donde está Jesús, Hijo
de Dios. Como niños nos cubrimos con el manto de la Virgen y le pedimos: “Ruega por
nosotros pecadores”. Caminamos rezando y cantando por el barrio, el corazón enternecido
por la caricia suave de la Madre del alma. Camino bueno; Ciudad de
Dios; Pueblo que alaba a Dios porque lo salva de la destrucción y escucha al pobre,
son imágenes de la Liturgia de la semana
(RV).- (Con audio)
¿Qué camino existencial
estoy haciendo? La meta de mis movimientos cotidianos ¿es la ciudad de Dios?; ¿Me
uno al Pueblo de Dios en la alabanza por su amor y su misericordia que nos salva de
la destrucción?
Los responsorios de los salmos rezados en la liturgia de las
misas de esta semana hablan del camino recto, de la Ciudad de Dios; del Pueblo de
Dios que el Señor no rechaza; del Pueblo de Dios que bendice el nombre del Señor en
la adoración y alabanza, porque el Señor nos da la vida, nos salva de la fosa de la
destrucción y escucha la súplica del pobre.
L - “Al que va por el buen camino,
le haré gustar la salvación”. M - “Dios ha fundado su Ciudad para siempre”. M
- “El Señor no rechaza a su pueblo”. J - “Desde el cielo el Señor ha mirado la
tierra”, “El pueblo que has creado bendice tu nombre”. V - “El Señor a preservado
mi vida de la fosa de la destrucción”, “Espero en ti Señor, tu me das la vida”. S
- “Escucha Señor la súplica del pobre”.
Entre los santos de la semana, San
Camilo de Lelis el lunes 14, nos lleva a la imagen del Buen Samaritano del Evangelio
que se hace cargo del herido del camino.
El miércoles 16 Nuestra Señora del
Carmen o del Monte Carmelo, nos habla de la caricia de Dios en el regazo de su Madre.
Su caricia es como una nubecita de lluvia mansa y fecunda sobre la tierra reseca y
árida del corazón herido y sin fuerzas.
¡Madre del Carmelo, que el corazón
sea tierra buena para que la semilla de la Palabra de Dios de frutos de comunión en
el amor a Dios y a nuestros hermanos.
El parto de la tierra buena
(RV).-
(Con audio) El parto de la tierra
buena que germina la semilla para dar fruto abundante, es la imagen, el movimiento
que el mismo Dios nos da a la contemplación, reflexión, oración, en las lecturas del
décimo cuarto domingo del tiempo ordinario del ciclo A.
Padre amoroso, te ruego
por la muerte y resurrección de Jesús, que tu Espíritu de misericordia haga del corazón
mío y de los míos queridos, una tierra buena. Sí, una tierra buena para que la semilla
de tu Palabra viva, de amor, germine en nuestra comunidad y familia, frutos abundantes
de feliz comunión en nuestras vidas.
En la parábola del sembrador, Jesús nos
habla de la Palabra de Dios, es decir él mismo, como semilla vigorosa dentro de nosotros.
Y habla de tu corazón y el mío como la tierra buena, que da frutos abundantes. A diferencia
de la superficie del camino, o aquella pedregosa o con espinas donde la semilla no
puede crecer.
El fruto es la conversión que obra Jesús en nosotros: de esclavos
en hijos de Dios; el paso de la corrupción a la resurrección. Y por eso dice san Pablo
“toda la creación gime y sufre dolores de parto”. Afirmando también que “todos los
sufrimientos de la vida presente no se pueden parangonar a la gloria y el gozo que
nos esperan”.
El profeta Isaías en el capítulo 55 y el Salmo 64, nos confortan
y animan; nos dan esperanza, con la imagen de la lluvia que hace fecunda la tierra.
La imagen del ciclo natural del agua, obra de Dios bueno, que no vuelve a él sin haber
actuado eficazmente la belleza que Dios quiere para la creación.
Podemos volver
en la contemplación a la creación primera tan linda y pura. Y ver como el nuevo Adán
Jesucristo sopla en nosotros el Espíritu vivo de amor, para liberarnos de la corrupción
y recrearnos como hijos adoptivos. Señor, concédenos aceptar tu palabra en la tierra
del corazón y cultivarla con la oración y la caridad para que de frutos de comunión
filial y fraterna.
Poderosa barrera contra el mal
(RV).- (Con
audio) San Benito, patrono
de Europa, es el monje autor de la regla que rige los monasterios donde los monjes
y las monjas rezan y trabajan.
Diseminados por el mundo, los monasterios difundieron
y difunden no solamente la fe, sino también el arte y la cultura. Por eso Europa les
debe tanto y a su vez “desa-reglada” -podríamos decir- agoniza, porque quiere cortarse
las propias raíces que le dieron vida y pueden seguirle dando.
Pero los monjes
y monjas del mundo continúan conectados con Dios por la oración incesante; intercediendo
ante Dios por la Iglesia y sobre todo por los que sufren más.
Y hablando de
los que sufren más, recordamos que san Benito es bien conocido para la piedad popular
gracias a la famosa medalla con la cruz de san Benito. La medalla es muy solicitada
y bendecida como protección contra el mal. Las inscripciones que contiene son un exorcismo:
“La Cruz Santa sea mi luz. No sea el demonio mi guía. ¡Apártate de mi Satanás! Nunca
me persuadirás con vanidades...”.
La medalla de san Benito nos recuerda que
hay una lucha espiritual personal invisible pero decisiva en la existencia humana.
De la cual sí podemos ver las consecuencias negativas, dolorosas en el sufrimiento
de tantos, que son víctimas del egoísmo mezquino, dañino, que el espíritu del mal
alimenta en nosotros, con sus seducciones y tentaciones.
El cristiano se defiende
con la cruz del amor hasta el extremo de Jesús; la cruz del amor a Dios y al prójimo;
la cruz de la adoración a Dios y de la caridad con el prójimo. Porque la cruz no es
signo de derrota. Es signo de la victoria del amor sobre el mal, el demonio y la muerte.
Vemos la cruz ahora en las llagas de Jesús resucitado.
¡Sí! Padre nuestro,
líbranos del mal. Que la cruz de Jesús nos libre de todos los males, para que ayudados
por tu misericordia vivamos libres de pecado y protegidos de toda perturbación.
San
Benito, Ruega por nosotros.
Mi corazón se subleva y se enciende toda mi
ternura
(RV).- (Audio) La confesión tierna
del amor de Dios por sus criaturas, resuena en la liturgia de la familia católica
del mundo. Pero esta ternura -a la que Papa Francisco insiste en no tenerle miedo-
no es una cosa nueva. Ocho siglos antes de Cristo el profeta Oseas habla en nombre
de Dios como un padre tiernísimo. Dice el profeta en el capítulo 11: Cuando Israel
era niño, yo lo amé. Pero cuanto más los llamaba, más se alejaban de mí… ¡Y yo había
enseñado a caminar a Efraín, lo tomaba por los brazos! Pero ellos no reconocieron
que yo los cuidaba. Yo los atraía con lazos humanos, con ataduras de amor; era para
ellos como los que alzan a una criatura contra sus mejillas, me inclinaba hacia él
y le daba de comer. ¿Cómo voy a abandonarte? … Mi corazón se subleva contra mí y se
enciende toda mi ternura.
En Jesús el Hijo amado, la ternura del Padre Dios
con nosotros llega al extremo. La lanza del soldado Longinus abre de par en par el
corazón de Cristo para que entren todos, después que el mismo Jesús con voz potente
a la vez tiernísima ha llamado: “Vengan a mi todos los que están agotados y desanimados,
que yo los aliviaré”.
Este Evangelio escuchado y reflexionado por las comunidades
de discípulos misioneros el domingo 6 de julio pasado en todo el mundo, resonó también
aquí en la Plaza de san Pedro, cuando el Obispo de Roma dijo: “Esta invitación de
Jesús se extiende hasta nuestros días, para llegar a muchos hermanos y hermanas oprimidos
por precarias condiciones de vida, por situaciones existenciales difíciles y, a veces
privados de auténticos puntos de referencia…”, después de haber afirmado que “Cuando
Jesús dice esto, tiene ante sus ojos las personas que encuentra todos los días por
los caminos de Galilea: mucha gente simple, pobres, enfermos, pecadores, marginados...
esta gente siempre lo siguió para escuchar su palabra -¡una palabra que daba esperanza!
… Jesús mismo buscaba a estas multitudes extenuadas y dispersas… para anunciarles
el Reino de Dios y para sanar a muchos de ellos en el cuerpo y en el espíritu. Hoy
los llama a todos a su lado: "Vengan a mí", y les promete alivio y refugio”, dijo
Francisco (Cfr. Ángelus 060714).
¡Sí! Jesús nos llama a vos y a mi hoy. Dios
te está buscando y me busca con lazos de amor. ¿Cómo respondemos?
Jesús
tiene delante de los ojos a tanta gente que sufre y los llama para confortarlos e
invitarlos a cargar el peso de los otros con amor fraterno, dice Francisco
(RV).-
(Con audio)
Inspirado
en el pasaje del Evangelio del domingo en el que Jesús llama a todos los afligidos
y agobiados para aliviarlos con su amor y su palabra de esperanza, el Obispo de Roma
habló a miles de peregrinos reunidos en el caluroso mediodía en la plaza de san Pedro
para rezar el Ángelus con él.
Jesús mismo buscaba a estas multitudes “para
anunciarles el Reino de Dios y para curar a muchos en el cuerpo y en el espíritu”,
explicó el Papa. “Esta invitación de Jesús se extiende hasta nuestros días –dijo-
para alcanzara tantos hermanos y hermanas oprimidos por condiciones de vida precaria,
por situaciones existenciales difíciles y muchas veces privados de válidos puntos
de referencia… Muchos más cargan con el peso de un sistema económico que explota al
hombre y le impone yugos insoportables, que los pocos privilegiados no quieren cargar”.
Jesús
llama a todos y promete confortarlos, pero al mismo tiempo hace una invitación que
es como un mandamiento: “Carguen mi yugo y aprendan de mi que soy paciente y humilde
de corazón” (Mt. 11,29).”
Francisco afirmó que “el yugo del Señor consiste
en cargarse con el peso de los otros con amor fraterno. Una vez recibido el alivio
y la fuerza del Señor estamos llamados a su vez a transformarnos en alivio y fuerza
para los hermanos, con actitud paciente y humilde, a imitación del Maestro. La paciencia
y humildad del corazón nos ayudan no solo a hacernos cargo del peso de los otros,
sino también a no cargarlos con el peso de nuestro modo de ver, de nuestros juicios
y críticas”.
Esplendor del Verdadero Amor
(audio)
(RV).- Por
la plaza del santuario de san Pedro pasarán los padres sinodales para entrar en el
Aula del Sínodo de los Obispos a la derecha del mismo santuario y en la parte alta
del Aula Pablo VI, para la III Asamblea General Extraordinaria, el próximo octubre
de 2014, con el tema: Los desafíos pastorales de la familia en el contexto de la Evangelización.
Ya
se publicó el “Instrumentum Laboris”; el documento de trabajo se utilizará como base.
“Los tres grandes ámbitos sobre los cuales la Iglesia desea desarrollar el debate
para llegar a indicaciones que respondan a las nuevas preguntas presentes en el pueblo
de Dios son, en cualquier caso estas: el Evangelio de la familia que hay que proponer
en las circunstancias actuales; la pastoral familiar que hay que profundizar frente
a los nuevos desafíos; la relación generativa y educativa de los padres respecto de
los hijos.” (Cfr. Número 258), afirma el documento de preparación. El Instrumentum
Laboris dice que: “El amor de Dios resplandece de modo peculiar en la familia de Nazaret,
punto de referencia seguro y consuelo para toda familia. En ella brilla el amor verdadero,
al que deben mirar todas nuestras realidades familiares, para obtener luz, fuerza
y consolación. A la Santa Familia de Nazaret queremos encomendar la III Asamblea General
Extraordinaria del Sínodo de los Obispos, con las palabras del Papa Francisco: Jesús,
María y José en ustedes contemplamos el esplendor del verdadero amor, a ustedes, confiados,
nos dirigimos. Santa Familia de Nazaret, haz también de nuestras familias lugar de
comunión y cenáculo de oración, auténticas escuelas del Evangelio y pequeñas Iglesias
domésticas. Santa Familia de Nazaret, que nunca más haya en las familias episodios
de violencia, de cerrazón y división; que quien haya sido herido o escandalizado sea
pronto consolado y curado. Santa Familia de Nazaret, que el próximo Sínodo de los
Obispos haga tomar conciencia a todos del carácter sagrado e inviolable de la familia,
de su belleza en el proyecto de Dios. Jesús, María y José, escuchen, reciban nuestra
súplica. Amén. (Cfr. Número 259).