Que desaparezcan los obstáculos a la plena comunión
Pensamiento del Papa
(RV).- (Con audio) A la llegada al aeropuerto
de Tel Aviv, el Papa reafirmó el llamamiento de la Santa Sede por la paz y la seguridad
del Estado de Israel, y por una patria soberana para el pueblo palestino.
Que
la “solución de dos Estados” se convierta en realidad y no permanezca un sueño. Al
llegar a Israel, tras haberse despedido de Palestina, en el aeropuerto de Tel Aviv
el Papa Francisco reafirmó el llamamiento de Benedicto XVI por la paz y la seguridad
de Israel dentro de confines internacionalmente reconocidos, y “para que sea igualmente
reconocido que el Pueblo palestino tiene derecho a una patria soberana, a vivir con
dignidad y a viajar libremente”.
Al presidente israelí, Shimon Peres, el Pontífice
dirigió la invitación que ya había hecho en Belén al presidente palestino, a un encuentro
de oración en el Vaticano, para invocar de Dios el don de la paz. El Papa Francisco
deseó que Tierra Santa, punto de referencia espiritual para tanta parte de la humanidad,
“sea un lugar en el que no haya espacio para quien, instrumentalizando y exasperando
el valor de la propia pertenencia religiosa, se vuelve intolerante y violento hacia
la de los demás”.
El Papa deploró también con fuerza el atentado de Bruselas,
definiéndolo un acto criminal de odio antisemita, y habando de su visita del lunes
26 de mayo al Yad Vashem, el memorial de la Shoah, pidió a Dios “que
nunca más suceda un crimen semejante”. Promovamos, fue su invitación, una educación
en la que la exclusión y el desencuentro dejen lugar a la inclusión y al encuentro,
donde no haya lugar para el antisemitismo y para toda expresión de intolerancia hacia
las personas y los pueblos.
En Jerusalén, el Papa Francisco y el Patriarca
Bartolomé I firmaron una declaración común y presidieron el encuentro ecuménico de
todas las Iglesias de Tierra Santa en la Basílica del Santo Sepulcro.
El Papa
Francisco y el Patriarca Ecuménico de Constantinopla Bartolomé I, firmaron en Jerusalén
una declaración común en la que hacen un llamamiento a los cristianos, a los creyentes
de todas tradición religiosa y a todos los hombres de buena voluntad, a reconocer
la urgencia de la hora presente, que nos llama “a buscar la reconciliación y la unidad
de la familia humana, en el pleno respeto de las legítimas diferencias”, para el bien
de la entera humanidad. Después del encuentro de la delegación apostólica de Jerusalén,
teatro, hace 50 años, del histórico abrazo entre Pablo VI y el Patriarca Atenágoras,
el Papa y Bartolomé I fueron acogidos en el Santo Sepulcro por los superiores greco
ortodoxo, franciscano y armenio que presiden la basílica. Por primera vez en la historia
de la cristiandad, todas las Iglesias de Tierra Santa participaron juntas en una celebración
ecuménica. Bartolomé I recordó que el encuentro de hace 50 años “ha cambiado el miedo
en amor”, y es la única vía a fin de que todos sean una cosa sola.
El Papa
Francisco dijo que el sepulcro vacío nos hace redescubrir la grandeza de nuestra vocación
cristiana, “somos hombres de resurrección, no de muerte”. ¡No privemos al mundo, añadió,
del feliz anuncio de la Resurrección! Y no seamos sordos al potente llamamiento a
la unidad que resuena precisamente desde este lugar, en las palabras de Aquel que,
Resucitado, nos llama a todos nosotros “mis hermanos”. No podemos negar las divisiones
que aún existen entre nosotros, discípulos de Jesús, pero las divergencias no deben
asustarnos. “Debemos creer que, así como se tumbó la piedra del sepulcro, del mismo
modo podrán ser quitados todos los obstáculos que aún impiden la plena comunión entre
nosotros”. Y concluyó deseando que se encuentre una forma de ejercicio del ministerio
petrino que permita desarrollar al Obispo de Roma un servicio de amor y comunión reconocido
por todos.
Producción de María Fernanda Bernasconi (hispano@vatiradio.va).
El
espacio “Pensamiento del Papa”, se transmite los lunes en las emisiones informativas
de las 17,30; 01,45 y 03,20 UTC.