La mentalidad mundana abaja al hombre al nivel de sus necesidades primarias haciéndole
perder el hambre de Dios y de su amor, Francisco en el Ángelus del primer domingo
de Cuaresma
(RV).- (Con audio y video) Puntualmente a mediodía,
en una espléndida jornada de sol, el Papa Francisco rezó el Ángelus con los miles
de fieles y peregrinos de numerosos países que se habían dado cita en la Plaza de
San Pedro.
En sus palabras, el Obispo de Roma recordó que el Evangelio del
primer domingo de Cuaresma presenta cada año el episodio de las tentaciones de Jesús.
Y afirmó que el tentador trata de apartar al Señor del proyecto del Padre, es decir
de la vía del sacrificio que implica ofrecerse a sí mismo por amor en expiación, para
hacerle tomar un camino fácil, de éxito y poder.
El diablo dijo Francisco,
le presenta a Jesús las falsas esperanzas mesiánicas del bienestar económico, indicado
por la posibilidad de transformar las piedras en pan; del estilo espectacular y milagrero,
con la idea de arrojarse desde el punto más alto del templo de Jerusalén y hacerse
salvar por los ángeles y, en fin, del atajo del poder y del dominio, a cambio de un
acto de adoración a Satanás.
Pero Jesús, prosiguió explicando el Papa, rechaza
decididamente todas estas tentaciones y reafirma la firme voluntad de seguir la vía
establecida por el Padre, sin ningún compromiso con el pecado y con la lógica del
mundo. De ahí que en sus respuestas a Satanás, el Señor nos sostiene en la lucha contra
la mentalidad mundana que abaja al hombre al nivel de las necesidades primarias, haciéndole
perder el hambre de lo que es verdadero, bueno y bello, el hambre de Dios y de su
amor.
Tras recordar que las palabras de Jesús encuentran una confirmación concreta
en sus acciones, el Santo Padre destacó la victoria definitiva del Señor en su rendición
final de cuentas con el “príncipe de este mundo” en la hora de la pasión y de la cruz,
lo que representa ¡la victoria del amor!
Antes de rezar a la Madre de Dios
el Papa Francisco afirmó que el tiempo de la Cuaresma es ocasión propicia para todos
nosotros para realizar un camino de conversión, confrontándonos sinceramente con esta
página del Evangelio. Y pidió que renovemos las promesas de nuestro Bautismo, renunciando
a Satanás y a todas sus obras y seducciones, para caminar por los senderos de Dios
y llegar a la Pascua en la alegría del Espíritu.
(María Fernanda Bernasconi
– RV).
Texto completo de la alocución del Papa antes de rezar el Ángelus:
Queridos hermanos
y hermanas, ¡buenos días!
El Evangelio del primer domingo de Cuaresma presenta
cada año el episodio de las tentaciones de Jesús, cuando el Espíritu Santo, que descendió
sobre Él después del Bautismo en el Jordán, lo impulsó a afrontar abiertamente a Satanás
en el desierto, durante cuarenta días, antes de iniciar su misión pública.
El
tentador trata de apartar a Jesús del proyecto del Padre, o sea de la vía del sacrificio,
del amor que ofrece a sí mismo en expiación, para hacerle tomar un camino fácil, de
éxito y poder. El duelo entre Jesús y Satanás se produce a golpe de citas de la Sagrada
Escritura. En efecto, el diablo para alejar a Jesús de la vía de la cruz, le presenta
las falsas esperanzas mesiánicas: el bienestar económico, indicado por la posibilidad
de transformar las piedras en pan; el estilo espectacular y milagrero, con la idea
de arrojarse desde el punto más alto del templo de Jerusalén y hacerse salvar por
los ángeles y, en fin, el atajo del poder y del dominio, a cambio de un acto de adoración
a Satanás.
Son los tres grupos de tentaciones, también nosotros los conocemos
bien.
Jesús rechaza decididamente todas estas tentaciones y reafirma la firme
voluntad de seguir la vía establecida por el Padre, sin ningún compromiso con el pecado
y con la lógica del mundo. Noten bien cómo responde Jesús: Él no dialoga con Satanás
como había hecho Eva en el paraíso terrenal. Jesús sabe bien que con Satanás no se
puede dialogar porque, ¡es tan astuto! Por eso Jesús en vez de dialogar, como hizo
Eva, elige de refugiarse en la Palabra de Dios y responde con la fuerza de esta Palabra.
Recordemos esto en el momento de las tentaciones, de nuestras tentaciones: ningún
argumento con Satanás, sino siempre defendidos por la palabra de Dios, ¡y esto nos
salvará! En sus respuestas a Satanás, el Señor nos recuerda ante todo que “no sólo
de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios” (Mt
4, 4; Cfr. Dt 8, 3); y esto nos da fuerza, nos sostiene en la lucha contra
la mentalidad mundana que abaja al hombre al nivel de las necesidades primarias, haciéndole
perder el hambre de lo que es verdadero, bueno y bello, el hambre de Dios y de su
amor.
Recuerda además que también está escrito: “No tentarás al Señor tu Dios”
(v. 7), porque el camino de la fe pasa también a través de la oscuridad, la duda,
y se nutre de paciencia y de espera perseverante. Recuerda, en fin, Jesús, que está
escrito: “Al Señor tu Dios adorarás, y sólo a él darás culto” (v. 10); o sea, debemos
deshacernos de los ídolos, de las cosas vanas, y construir nuestra vida sobre lo esencial.
Estas palabras de Jesús encuentran después una confirmación concreta en sus
acciones. Su absoluta fidelidad al designio del amor del Padre lo conducirá, después
de casi tres años, a la rendición final de cuentas con el “príncipe de este mundo”
(Jn 16, 11), en la hora de la pasión y de la cruz, y allí Jesús traerá su victoria
definitiva, ¡la victoria del amor!
Queridos hermanos, el tiempo de la Cuaresma
es ocasión propicia para todos nosotros para realizar un camino de conversión, confrontándonos
sinceramente con esta página del Evangelio.
Renovemos las promesas de nuestro
Bautismo: renunciemos a Satanás y a todas sus obras y seducciones, porque es un seductor
él, ¿eh? Para caminar por los senderos de Dios y “llegar a la Pascua en la alegría
del Espíritu” (Oración colecta del I Domingo de Cuaresma, Año A).
Dirijo un cordial
saludo a los fieles de Roma y a todos los peregrinos. Saludo a los grupos parroquiales
provenientes de Biella y Vercelli, de Laura di Paestum, San Marzano, Aosta, Latina,
Avellino y Pachino.
Saludo al Colegio “Santa María” de Elche, España.
Un
pensamiento especial dirijo a los jóvenes de Rosolina que el próximo domingo recibirán
la Confirmación, a aquellos de Toscana que hacen en Roma la “promesa” de seguir a
Jesús, y a aquellos de Paderno Dugnano, Seregno, Bellaria y Curno. Saludo también
a los padres y los niños de Cabiate.
Durante esta Cuaresma tengamos presente
la invitación de Caritas Internacional en su campaña contra el hambre en el mundo.
Deseo
a todos que el camino cuaresmal que acaba de comenzar sea rico de frutos; y pido un
recuerdo en la oración por mí y por los colaboradores de la Curia Romana, que esta
tarde iniciaremos la semana de Ejercicios espirituales. Gracias. Feliz domingo y
buen almuerzo. ¡Hasta pronto!
(Traducción de Griselda Mutual y María Fernanda
Bernasconi – RV).