Que se tutele siempre la dignidad y la seguridad del trabajador, Francisco reza por
las víctimas de Bangladesh
(RV).- (Con audio) Después de la misa celebrada en la Plaza de San Pedro, durante
la cual el Papa administró el Sacramento de la Confirmación a cuarenta y cuatro fieles
de diversas nacionalidades, en representación de todo el mundo, y antes de rezar el
Regina coli, el Papa rezó y expresó su cercanía espiritual por las víctimas
que causó el derrumbe de una fábrica en Bangladesh con las siguientes palabras:
En este momento
deseo elevar una oración por las numerosas víctimas causadas por el trágico derrumbe
de una fábrica en Bangladesh. Expreso mi solidaridad y profunda cercanía a las familias
que lloran a sus seres queridos y dirijo desde lo profundo de mi corazón un fuerte
llamamiento a fin de que se tutele siempre la dignidad y la seguridad del trabajador.
Al
respecto cabe destacar que ya ayer, en su tweet el Papa escribió:
Únanse
a mí en oración por las víctimas de la tragedia en Dacca, Bangladesh, para que Dios
dé consuelo y aliento a las familias.
Este edificio en Bangladesh se derrumbó
el pasado 24 de abril causando la muerte de más de trescientas personas, tal como
informó en su momento una fuente oficial, mientras más de dos mil fueron rescatadas
de entre los restos del edificio cerca de la capital, Dacca, que alojaba varios talleres
textiles, tiendas, un banco y un mercado.
Texto completo de la alocución
del Papa antes de rezar el Regina coeli:
Antes de concluir
esta celebración, quisiera encomendar los confirmados y todos ustedes a la Virgen.
La Virgen María nos enseña qué significa vivir en el Espíritu Santo y qué significa
recibir la novedad de Dios en nuestra vida. Ella ha concebido a Jesús por obra del
Espíritu, y cada cristiano, cada uno de nosotros está llamado a recibir la Palabra
de Dios, recibir a Jesús dentro de sí y después a llevarlo a todos.
María
ha invocado al Espíritu con los Apóstoles en el Cenáculo: también nosotros, cada vez
que nos reunimos en oración, estamos sostenidos por la presencia espiritual de la
Madre de Jesús, para recibir el don del Espíritu Santo y tener la fuerza de testimoniar
a Jesús resucitado. Esto se los digo de modo particular a ustedes, que hoy han recibido
la Confirmación: ¡Que María los ayude a estar atentos a lo que el Señor les pide,
y a vivir y caminar siempre según el Espíritu Santo!
Quisiera extender
mi saludo afectuoso a todos los peregrinos presentes, venidos de tantos países. Saludo
en particular a los chicos que se preparan a la Confirmación, al nutrido grupo guiado
por las Religiosas de la Caridad, a los fieles de algunas parroquias polacas y a los
de Bisignano, así como a la Katholische akademische Verbindung Capitolina.
Ahora
en la luz pascual, fruto del Espíritu, nos dirigimos juntos a la Madre del Señor.