2013-04-26 12:48:13

Que el cristiano sea humilde y no tema hacer cosas grandes, dice el Papa


(RV).- (Con audio) También ayer por la mañana el Papa Francisco presidió la Santa misa en la capilla de la Casa de Santa Marta, en esta ocasión en la Fiesta de San Marcos Evangelista. Asistieron a esa celebración algunos miembros de la Secretaría del Sínodo para los Obispos, acompañados por el Secretario General, el arzobispo Nikola Eterovic, junto a algunos agentes de la Gendarmería Vaticana.

En su homilía el Santo Padre destacó la humildad del estilo del anuncio cristiano, que al mismo tiempo no teme obrar grandes cosas. Y dijo que el estilo de la predicación evangélica abarca la humildad, el servicio de la caridad, el amor fraterno. En lugar de conquistar debemos predicar al mundo. El cristiano no debe ser como los soldados que cuando vencen arrasan con todo.

En el centro de su homilía el pasaje del Evangelio de San Marcos en el que relata la Ascensión de Jesús. El Señor, antes de subir al Cielo, envía a los apóstoles a anunciar el Evangelio “hasta los confines del mundo” y no sólo a Jerusalén o a Galilea:

RealAudioMP3 “No: a todo el mundo. El horizonte... el horizonte grande... Y como se puede ver, éste es el carácter misionero de la Iglesia. La Iglesia va adelante con esta predicación a todos, a todo el mundo. Pero no va adelante sola: va con Jesús. Entonces ellos partieron y predicaron por doquier, mientras el Señor obraba junto a ellos. El Señor trabaja con todos aquellos que predican el Evangelio. Ésta es la magnanimidad que los cristianos deben tener. A un cristiano pusilánime no se lo entiende: es precisamente de la vocación cristiana, esta magnanimidad: cada vez más, cada vez más, cada vez más, siempre adelante”.

El Papa subrayó asimismo que la primera Carta de San Pedro define el estilo cristiano de la predicación, que es el de la humildad:

RealAudioMP3 “El estilo de la predicación evangélica va con esta actitud: la humildad, el servicio, la caridad, el amor fraterno. ‘Pero... Señor, ¡nosotros debemos conquistar el mundo!’. Esa palabra, conquistar, no va. Debemos predicar en el mundo. El cristiano no debe ser como los soldados que cuando vencen la batalla arrasan todo”.

El cristiano – prosiguió Francisco – “anuncia el Evangelio con su testimonio, más que con las palabras”. Y con una dúplice disposición, como dice Santo Tomás de Aquino: un ánimo grande que no se asusta de las cosas grandes, de ir adelante hacia horizontes que no terminan, y la humildad de tener en cuenta las cosas pequeñas. “Esto es divino – observó – es como una tensión entre lo grande y lo pequeño” y el carácter misionero cristiano procede “por este camino”.

El Evangelio de San Marcos – concluyó el Papa – termina con “una frase bellísima” allí donde se dice que Jesús obraba con los discípulos, confirmando “la Palabra con los signos que lo acompañaban”.

RealAudioMP3 “Cuando nosotros vamos con esta magnanimidad y también con esta humildad, cuando nosotros no nos asustamos de las cosas grandes, de ese horizonte, pero también tomamos en consideración las cosas pequeñas – la humildad, la caridad cotidiana – el Señor confirma la Palabra. Y vamos adelante. El triunfo de la Iglesia es la Resurrección de Jesús. Pero antes está la Cruz. Pidamos hoy al Señor que lleguemos a ser misioneros en la Iglesia, apóstoles en la Iglesia pero con este espíritu: una gran magnanimidad y también una gran humildad. Así sea”.

(María Fernanda Bernasconi – RV).







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